Ya lo hemos dicho en otras oportunidades, la producción de carne en la región ha ido disminuyendo paulatinamente y estamos llegando a un punto crítico, que nos llevará a tomar definiciones, quizás no tan alentadoras.
El número de cabezas de ganado ha decaído, pese a que el consumo de carne de vacuno en Chile aumenta. El año pasado se consumieron casi 30 kilos por persona, impulsado por la entrada de carne importada de bajo precio, pero de dudosa calidad y que no está siendo fiscalizada con la misma rigurosidad que tenemos en Chile, que nos asegura su inocuidad y atributos.
En nuestra región, vemos con preocupación una falta de servicios de faena para carnicerías o cecinerías, lo que limita a este grupo a poder contar con su propia producción. A su vez, hemos visto la exportación de ganado a China. Un lucrativo negocio para algunos, pero una estocada para el rubro, ya que el 50% de las vacas que se fueron, podrían haber tenido un parto más y así mantener números más estables en cantidad de cabezas en el país.
Con esta realidad, nos preguntamos ¿Qué oportunidades quedan para el productor local? La respuesta es clara: el cooperativismo. Como ha sucedido en otros sectores productivos, vemos en la asociatividad el futuro para que los productores puedan ser parte de toda la cadena productiva y competir de forma más agresiva en este mercado tan competitivo.
Es en esta materia donde hemos visto algunas señales del Ministerio de Agricultura, al apoyar este tipo de iniciativas motivo por el cual hemos estado revisando esta posibilidad. Es así, que SAVAL FG junto a autoridades regionales estamos organizando un Seminario Macro Regional que fomente la asociatividad en productores de carne bovina. La idea es establecer las bases para generar cooperativismo en los productores primarios e informar de las estrategias gubernamentales para el desarrollo del rubro, además de abordar las nuevas tendencias del mercado interno como externo.
Una de las tendencias a nivel local que nos interesa apoyar, es el desarrollo de carnes naturales, que se caracterizan por eliminar la utilización de insumos químicos, fertilizantes y antibióticos en el manejo regenerativo de praderas, y que se ocupa del bienestar animal en toda la cadena productivo, y que contribuye a la disminución de los impactos del cambio climático, por la disminución de gases de efecto invernadero y la baja en la huella de carbono. Nuestra región cumple con las condiciones gracias a su clima, la calidad de los pastos y, desde un punto comercial, está relacionado con el concepto de naturaleza.
Víctor Valentin Presidente de Saval FG