Tarjetas de crédito
A propósito de la filtración de información referente a tarjetas de crédito, es recomendable seguir algunas recomendaciones en materia de seguridad. En la actualidad muchos usamos alguna tarjeta de crédito de casas comerciales o bancos, por tanto, el uso masivo abre puertas para que los ciberdelincuentes busquen alternativas de clonación o de hackeo de claves y hacerse de la información personal de los usuarios.
Por ello, las recomendaciones básicas, cuando se ingresa a los sitios de internet, son crear una clave secreta que se componga de letras, números y símbolos, que ojalá tenga 8 caracteres y que se cambie al menos una vez al año.
En cuanto a las claves de cajeros comerciales, numéricas y alfanuméricas de entre 4 y 8 dígitos, deben considerar un cambio periódico, y ojalá que no se refieran a números fáciles de identificar como por ejemplo fechas de cumpleaños, números de casa y de teléfono.
Otra sugerencia también es en un lugar seguro los digipass y las tarjetas de coordenadas que entregan los establecimientos comerciales. Sólo así lograremos una mayor seguridad en el uso de nuestros productos.
Nadja Starocelsky V., directora Tecnologías de la Información UACh
Diminutivos
Los chilenos somos expertos en hablar "en chiquitito". Por ejemplo, invitamos a un amigo a tomar unas oncesitas y le ofrecemos un cafecito, un tecito, unas galletitas o un sanguchito. Cuando nos invitan a comer nos ofrecen un tintito o un blanquito, pero antes de eso, por supuesto, un pisquito. A veces, nuestro amigo sólo se puede quedar un ratito no más; porque tiene una reunioncita a la que tiene que asistir.
Cuando miramos en grupo a la Rojita de todos nos ofrecen una cervecita o una cocacolita. Nos despedimos con un "chaíto", o "hasta lueguito". Nos agrada extender algunas sílabas, y ciertas expresiones, como por ejemplo: "Puuuucha, Qué laaaaata. Qué foooome"; "Qué weeeeeno". "Weeeena loco". "Yaaapo!", "Vamo' altiro", "Vamo' pa'llá. ¡Má'h chileno' ¿dónde, pooo?
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleuxpd@gmail.com
Casonas de ayer
Recuerdo que en los años 50 nuestra pujante ciudad,contaba con diversas industrias, como las del calzado, cerveza, cecinas, curtiembres, molineras, transportes fluviales, etc., pero también existieron pequeñas y empeñosas empresas populares y caseras, como las famosas "Prietas Varas", ubicadas en los Barrios Bajos y que los días viernes la gente invadía el lugar para conseguir unos kilos del apetitoso, negruzco y sabroso embutido....
Hoy, la vez que paso por la calle Pedro Aguirre Cerda 1560 (Las Animas) se me viene a la memoria el gentío que se aglutinaba también, en las cercanías del gran caserón (que todavía existe) perteneciente a don Primitivo Cortés, para comprar unos litros de ese exquisito mosto jugoso, producto de la manzana: la chicha, producido en un rechinante molino movido por la fuerza de un par de briosos y sudorosos corceles. Al lado,la casona, en su época, fue un chalet amplio, de madera nativa, majestuoso, elegante, con señorío, de línea europea y que actualmente, a pesar de sus años y su vetusto estado, se niega a desplomarse.
El edificio, a duras penas se sostiene en pie,pero orgulloso, reclinándose, mortalmente, poco a poco, parece estar afirmada en su bastón, mirando a su alrededor, suplicando ayuda en su dificultoso caminar, porque aunque abandonada y sin destino, se niega a morir y al parecer, morirá.
Luis Sepulveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
Renato Poblete
La biblia relata que Susana, casada con Joaquín, era espiada constantemente por dos ancianos.
Un día de mucho calor, la hermosa mujer fue al parque a bañarse; los dos viejos, aprovechando que Susana estaba sola, corrieron hacia ella y le dijeron "acuéstate con nosotros". "Si te niegas, daremos testimonios contra ti, que un joven estaba contigo", ella no aceptó, por tanto la denunciaron.
Como los ancianos eran jueces del pueblo, la asamblea les creyó, condenando a muerte a Susana. Un joven llamado Daniel exclamó ¡No soy responsable de ese homicidio!
Volvieron al tribunal y al interrogar por separado a los viejos, constataron que habían mentido y los ajusticiaron según la ley de Moisés.
Informe de los Jesuitas concluye que, Renato Poblete, abusó de 22 mujeres, cuatro de ellas menores de edad; pero, habría otras 24 potenciales víctimas. ¿ Cómo es posible que durante 48 años el cura Poblete haya abusado de tantas mujeres, sin que ningún otro sacerdote se enterara?
Jesús dijo "Yo soy el camino, la verdad y la vida"; pero, si la verdad no está en corazón de los consagrados en el servicio al pueblo de Dios ¿cómo los laicos podrán confiar o creer en ellos?
Derico Cofré Catril derico.cofre@hotmail.com