El crimen de la joven Natalia Mella Rodríguez ha estremecido a la comunidad de Valdivia, tanto por las características del terrible hecho, como por la corta edad de los implicados. Este último punto, especialmente, es el que obliga a reflexionar sobre la magnitud de la violencia que viven las parejas hoy en nuestra ciudad, región y país.
Tanto la víctima como su victimario tenían 17 años de edad, fueron pololos durante casi dos años, habían terminado su relación y él la acuchilló el domingo pasado por razones que aún se encuentran en investigación. Los primeros indicios señalan que él tenía antecedentes de enfermedades psiquiátricas; que, además, no aceptaba ese fin del vínculo y manifestaba celos de la nueva vida que ella pudiera construir.
Si esos datos son correctos, apuntan hacia dos problemas graves: la descuidada salud mental de los jóvenes y la conducta guiada por una cultura patriarcal, en la cual las mujeres son vistas como propiedad y se crece normalizando la agresión de género. Todo lo anterior no exculpa las responsabilidades penales que el proceso judicial debe señalar con claridad. Pero sí alerta sobre una realidad presente en nuestra comunidad con más profundidad de la que vemos.
Así visto es que resulta importante la educación y generación de conciencia, pero también la existencia de herramientas legales que puedan ayudar a cambiar estos escenarios.
En particular sobre la violencia de género es importante el avance de la llamada Ley Gabriela, que aprobó la comisión especial de la Mujer y Equidad de género del Senado y que amplía el delito de femicidio (y endurece las penas) a "cualquier asesinato de una mujer por motivos de odio, menosprecio o abuso por causa de género, sin importar la relación o cercanía del asesino con su víctima".
Si esta norma hubiese estado en vigencia, el crimen de Natalia Mella sería reconocido como un femicidio. Pero hasta ahora se habla de un homicidio calificado.
La investigación sobre el caso avanza. Mientras, es importante que desde los organismos que tienen facultad de hacerlo, también se avance en prevención e intervenciones que contribuyan a evitar otros hechos similares.