La población de adultos mayores tiene una tendencia al aumento, lo que conlleva desde el punto de vista de las políticas públicas, a reformular distintas estrategias orientadas a los adultos mayores, cada vez más activos, más empoderados dentro de la comunidad y con una presencia en todos los ámbitos de la sociedad en general.

Esto desafía a reorientar recursos para fortalecer la atención primaria de salud, con todas las líneas programáticas formuladas para asegurar que el adulto mayor, se mantenga en las mejores condiciones.

Uno de los grandes temas que nos convoca, es el "dormir de forma saludable"; las alteraciones y quejas relacionadas con el sueño son frecuentes en los adultos. Al avanzar la edad, la cantidad total de sueño disminuye y las personas tienden a despertarse varias veces por noche o muy temprano en la madrugada. Los especialistas coinciden en que la calidad de vida se ve afectada cuando no se duerme bien, ya que falla la capacidad de concentración, hay mayor probabilidad de caídas, aumenta la somnolencia diurna, la irritabilidad y, por lo tanto, afecta la convivencia de los adultos mayores y de su grupo familiar.

Estimular un descanso saludable, es imprescindible, y dentro de algunas recomendaciones, se puede considerar el respetar horas de sueño y mantener una rutina antes de dormir, evitar las siestas, comer liviano en las noches y dos horas antes de acostarse, evitar tener la televisión en el dormitorio, evitar ruidos molestos y usar ropa de cama liviana.

Vanessa Parra

Jefa Carrera Enfermería

UST Valdivia