"Si Ud. viene al museo, no se encuentra con el terremoto y eso hay que revisarlo, porque hay que dar cuenta del impacto social que representó un hecho tan dramático. Cómo afectó a la arquitectura y al patrimonio arqueológico. Eso tenemos que contar desde el punto de vista de un museo histórico. No solo queremos restaurar la casa Anwandter, sino también del Museo de Frutillar y tenemos otro proyecto muy ambicioso, que es la digitalización de la gestión museal. Eso significa no solo cambiar la web, sino generar también generar una serie de servicios para nuestros usuarios, nuestro público que busca un acceso digital a los museos. No solo vamos a cambiar la página web, sino que vamos a activar usos electrónicos del museo, comprar tickets, hacer reservas, acceder a las colecciones y a la Dirección de Investigación. Todo lo que hoy se da, pero no de una manera consolidada. Es un desafío que nos va a tomar muchos años".