"El afán de quitar la historia creo que es una ideología populista"
La Contraloría General de la República determinó que las nuevas bases curriculares para tercero y cuarto medio se ajustan a la legalidad. Esto significa que será posible aplicar cambios como quitar los ramos de Historia y Educación Física del plan común de los estudiantes de esos cursos. Esas modificaciones podrán ser aplicadas por el Mineduc desde 2020 para quienes cursen tercero medio y, desde 2021, para cuarto medio.
A fines de la semana pasada, mientras esa noticia era difundida, el Premio Nacional de Historia de 1992, Sergio Villalobos, estaba de visita en Valdivia. Llegó para participar en la VII Feria del Libro de la Universidad San Sebastián y para hablar sobre su publicación más reciente, relacionada con Pedro Aguirre Cerda.
También se refirió a esa medida. Para Villalobos, quien desde la década del '50 ha escrito difundidas obras, entre ellas "Breve historia de Chile", la decisión de quitar Historia del plan común es "una barbaridad".
"El afán de quitar la historia yo creo que es de una ideología populista. Es como decir 'nuestra historia no ha servido para nada hasta ahora, construyamos un mundo con nuestras ideas y vamos adelante'. Eso traspasó a los partidos de izquierda y también a gobiernos como el de Piñera, que tienen otra orientación. Hay una exageración en eso, un aprovechamiento utilitario. Pero me parece que este discurso es el que ahora vende, es el que está de moda", dijo. Y lo que vende, lo que está de moda, carece de significado para él.
Pedro aguirre cerda
Villalobos es reconocido por generar controversias. Incluso el sitio Memoria Chilena, de la Biblioteca Nacional, lo describe como "un polemista de nivel", que se refiere a los temas "con un afán crítico, pero cortés". Y su última obra, la que presentó en Valdivia, no está alejada de esa visión aguda. Se trata de la compilación de dos publicaciones de Pedro Aguirre Cerda: El Problema Agrario y El Problema Industrial. Complementó estos trabajos con la revisión de cartas, archivos ministeriales y otros documentos de la época. Con todo lo hallado escribió la presentación. Y con todo lo que encontró, hoy concluye que es una persona ambigua. "Don Pedro Aguirre Cerda (Presidente de Chile electo para el período 1938 y 1944, pero que falleció en 1941 por tuberculosis) es una figura mítica, de la cual se ha escrito mucho, pero yo creo que hay un profundo error en lo que él fue realmente. Se le presenta como un caudillo máximo de la izquierda, un gran renovador de la economía con la creación de la Corfo, pero por sobre todo, por su espíritu popular. Se ha creado todo un mito en cuanto a la figura de él como representante de la extrema izquierda y los partidos de izquierda lo han utilizado en ese sentido. Pero la verdad es que don Pedro Aguirre era un hombre sumamente libre en su pensamiento, que no calza totalmente con el izquierdismo", relató Villalobos.
-¿Por qué llega a esa conclusión?
--Tenía cierta sensibilidad social por los pobres y los campesinos, pero en el fondo era un derechista que tenía ideas del liberalismo, de un tipo de economía sin injerencia del Estado sobre las empresas y los derechos de la gente. Fue dirigente sindical de los vitivinicultores y además era dueño de la Viña Conchalí, era un hombre ligado a los intereses de derecha. He llegado a deducir que no quería que hubiese antagonismos muy fuertes y que prefería que se aceptase tanto la acción de los partidos de izquierda como la del Estado y de los círculos aristocráticos. En sus actitudes políticas fue muy ambiguo, fue ministro del gobierno de Juan Luis Sanfuentes, que fue aristocrático por todos lados y fue ministro de Arturo Alessandri Palma, esos fueron gobiernos represivos con el movimiento obrero. Don Pedro Aguirre no se pronunció abiertamente así, pero apoyó eso. Rechazaba las ideas del Frente Popular, pero su Partido Radical le impuso la candidatura presidencial sobre la base de contar con el apoyo del Frente Popular. Ante esa disyuntiva aceptó y subió al gobierno como una figura de transición, que tenía que aparecer como izquierdista. Con eso triunfó y comenzó a tomar medidas que favorecían al bajo pueblo. Creo que era un hombre práctico que se estaba tratando de adaptar a todo.
-¿Existe otro aspecto de su personalidad o de su vida que ha sido desconocido?
-Tenía reuniones con la Juventud Nazi, los recibió en La Moneda y hay una foto de ellos y don Pedro Aguirre. Más aún, le escribió una carta a Hitler diciéndole que lo admiraba profundamente, que se sentía su amigo y que contara con él. También le dijo que admiraba al Tercer Reich por todo lo que se estaba haciendo. ¿No se daba cuenta de lo que pasaba? Ya había caído Polonia, Bélgica y Holanda y estaba comenzando la campaña contra Francia. La carta es de gobernante a gobernante a raíz del cambio del embajador chileno, pero bastaba con una carta formal, nunca un gobernante se desvive en elogios frente al otro en ese tipo de documentos.
-Después de conocer este tipo de datos uno se pregunta si lo que está escrito en la historia es lo que realmente ocurrió. ¿Qué conclusión saca según su experiencia?
-Soy un gran escéptico respecto de los personajes históricos. Creo que son las grandes tendencias sociales de los pueblos y las culturas las que mueven todo el trayecto de la historia. Los personajes andan como títeres ahí, dando vueltas, aciertan y no aciertan, pero no fijan realmente la política. Entonces tengo cierta desconfianza sobre los personajes. Mi teoría es esa, hablo de la historia de los grandes procesos que viven las naciones, los pueblos, la economía y la sociedad. Los personajes no hacen la historia.
-¿Por qué los necesitamos?
-Es la tradición del siglo XIX que tenía mucha confianza en los personajes, en el libre albedrío de los dirigentes y no consideraba los grandes procesos. La idea de los procesos la he impuesto yo recién en este siglo, antes estaba todo eso de la adoración por el personaje, la historia como creadora de patriotismo y heroísmo. Cuando uno conoce la vida de los héroes es una decepción.
-Una persona que realmente quiere entender los procesos históricos ¿En qué debería fijarse?
-En los movimientos masivos, en cómo está la sociedad, qué aspiraciones tiene, las nuevas ideas y cuáles son los estímulos. La sociedad nuestra, por ejemplo, con el consumismo, con cómo queremos ser. Todo puede ser fuentes históricas, no solo las estadísticas o los periódicos o los discursos de los personajes. Todo es historia. Un diario personal, de un ciudadano desconocido puede tener un gran valor porque está revelando lo que la gente piensa. El material con el que se construye la historia hoy se ha ampliado muchísimo.
-¿Es importante que la gente escriba sobre su vida cotidiana?
-Ojalá, sería muy útil tener escritos de eso. A veces son esas cosas pequeñas, las aspiraciones de una niñita, las ambiciones, el llanto cuando las cosas fracasan, todo eso es material de primer orden para entender la sociedad.
-¿Existe algún hecho histórico reciente sobre el que le gustaría escribir?
-Hay ideas que a uno le dan vuelta la cabeza. Chile es un país respetable y así lo ha sido siempre en su historia y actitudes. Hoy se ha vuelto a eso, cierta serenidad de pensamiento. Frente a los disparates del Gobierno Militar vino una reacción muy cuerda con los gobiernos de Aylwin, Lagos y Frei chico, que representaron un volver a nuestra tradición. Esto es Chile, evolutivo y tranquilo. Me gustaría escribir sobre eso, pero no sé si lo haga.