Un total de 20 caletas de la región de Los Ríos han solicitado hasta ahora acogerse a la ley que busca convertir a esos asentamientos en polos de desarrollo. Así, Los Ríos supera a otras regiones del país que, en conjunto, suman 70 peticiones para incorporarse al nuevo régimen de la denominada Ley de Caletas.
En Los Ríos, las caletas que buscan obtener las ventajas de esta normativa son Mehuín (una en el varadero y otra en el rompeolas), La Aguada, Huape, Amargos, Maiquillahue, Chan Chan, Mancera, Huiro, Los Molinos, Lamehuapi, Niebla, Mississipi, Chaihuín, Bonifacio, La Aguada, Isla del Rey, Corral Bajo, Corral y El Piojo.
"La Ley de Caletas se perfila como una gran palanca de progreso para el sector artesanal. Y un instrumento que contribuirá a la modernización de esos enclaves, sin alterar los rasgos que con el paso del tiempo los transformaron en elementos constitutivos del alma de Chile", destacó el subsecretario Román Zelaya.
Por 30 años
La nueva norma permite a los pescadores pedir las caletas bajo régimen de destinación, hasta por 30 años. La actual modalidad, en cambio, consideraba una vigencia de 10 años.
Las organizaciones artesanales que se acojan a la destinación, además, dejarán de pagar la actual patente asociada a la concesión, si cumplen con los requisitos establecidos por la norma. Así, una caleta de 20 mil metros cuadrados que desembolsa anualmente $4.200.000, podrá rebajar ese costo a cero.
Junto con lo anterior, los pescadores tendrán la opción de incursionar en actividades distintas de la pesca tradicional, como el turismo, gastronomía, venta de artesanía, administración de estacionamientos e, incluso, distribución de combustibles, todo bajo la premisa de la diversificación productiva y la agregación de valor.
Esta norma fue promulgada en 2017, pero faltaba un reglamento para que sus disposiciones pudieran aplicarse en plenitud, lo que ocurrió a fines de junio del presente año.