Claudia Muñoz David
Chile reúne siete de las nueve características que convierten al país en un territorio vulnerable ante el cambio climático. Tiene áreas costeras de baja altura, zonas áridas y semiáridas, zonas de bosque, es un territorio susceptible a desastres naturales, tiene áreas propensas a sequía y desertificación y zonas urbanas con contaminación atmosférica. Además, posee ecosistemas montañosos. Todas estas características fueron enunciadas en el contexto de la convención de la ONU sobre Cambio Climático, donde también se indicó que Chile sería uno de los diez países más vulnerables.
¿Cómo impactaría el cambio climático al territorio nacional? Según el Ministerio de Medio Ambiente, se estima que para fines de este siglo se producirán aumentos de temperatura en el territorio, que irán desde los 2 a los 4 grados Celsius, disminuirán las precipitaciones entre un 5 y un 20 por ciento en la zona central, se descongelarán los glaciares, disminuirá el área andina para almacenar nieve y aumentará el nivel del mar entre 20 y 30 centímetros.
Para hablar sobre los desafíos que impone este escenario climático fue desarrollado ayer en Valdivia el seminario "Desafíos internacionales de la COP 25 y su impacto en Chile", organizado por el Gobierno Regional de Los Ríos, la Universidad Austral de Chile y Progresismo con Progreso. El evento además contó con la colaboración de la Asociación de Municipalidades de Los Ríos.
En él participó como expositora la embajadora de la Unión Europea, Stella Zervoudaki. La diplomática aseguró que "demoró mucho convencer a la gente de que lo que dice la ciencia es verdad". Y agregó: "La ciencia dice que el calentamiento global se debe en gran parte a las emisiones de CO2. En los últimos años, el planeta se calentó con ritmos sin precedentes y, la ciencia también dice, que el principal responsable de esto es la actividad humana. Si seguimos con el ritmo de sobrepasar la temperatura en 1,5 grados será muy difícil para el planeta, sobrevivir. Por lo tanto, se debe poner en marcha una transformación socioeconómica profunda en sectores fundamentales, desde el transporte, la agricultura y la energía hasta los recursos naturales".
Destacó que existe una evidente disparidad entre los objetivos acordados por los países para resolver el problema y lo que realmente se ha hecho.
"Agradecemos que Chile haya tomado la batuta de hacer la COP aquí, cuando Brasil se retiró de este compromiso. También agradecemos el nuevo compromiso que tomó, de crear y liderar una alianza de 66 países para reducir sus emisiones e incorporar temas como la protección de los océanos, los bosques y crear polos de negociaciones en la COP 25. Eso demuestra que se necesita voluntad política y acción climática concertada, multidimensional y multisectorial para afrontar el desafío", dijo.
Explicó que Europa tiene la voluntad política para liderar la lucha y que está decidida a implementar el Acuerdo de París de manera efectiva. Recordó que la Unión Europea ya superó su objetivo de reducción de gases de efecto invernadero para 2020. "Eso lo logramos mientras que nuestro PIB creció 58 por ciento. Al mismo tiempo, está camino de superar su objetivo para 2030. Estos datos demuestran que es posible seguir creciendo económicamente y reducir las emisiones", aseguró.
Cambio cultural
Otro de los expositores del seminario fue el economista Eduardo Aninat, quien fue ministro de Hacienda de Chile y subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional. Aseguró que "el tiempo se nos vino encima". Y destacó que "hasta ahora, los seres humanos habían estado minimizando y descuidando el sentido de gravedad de la conciencia planetaria y de los enormes costos tangibles e intangibles que este cambio climático ha causado".
Expresó que los cambios para enfrentarlo, más que económicos y sociales, deben ser culturales. "Los mayas desaparecieron, al parecer, por una sobre exigencia a sus recursos hídricos (..) Desaparecieron porque el nivel al que una cultura puede llegar en sus avances depende estructuralmente del potencial efectivo que tenga el medio ambiente en el que actúa. Cuando es abusado o cambia, la civilización fracasa. Lamentablemente, por ahora la humanidad ha estado distraída, pensando en fantasías de desarrollo, en tener más", manifestó.