Asegura que lleva la vocación dirigencial en su ADN y que lo heredó de su padre (Daniel), quien se encuentra delicado de salud, pero que durante toda su vida fue dirigente social y comunitario, un hombre que le marcó el rumbo como líder de grupos y equipos de trabajo. Rossana Rodríguez Agüero es valdiviana de nacimiento y desde 2018 la presidenta del Club de Atletismo Master (CAM) de Valdivia, organización que reúne a 45 deportistas a partir de los 30 años de edad en el caso de los varones y 35 en las damas.

Con estudios en el Instituto Comercial y más tarde en Inacap, es secretaria de profesión, aunque nunca ha ejercido como tal. Desde hace 12 años es la directora regional de una empresa española orientada a la formación de equipos de venta directa.

En el club Master ha desarrollado las responsabilidades de relacionadora pública y secretaria, mientras que en el ámbito estrictamente deportivo ha participado en torneos zonales, sudamericanos y el año pasado compitió con una decena de compañeros de club en el Mundial de Málaga (España). Como dirigenta, su equipo de trabajo lo conforman además Angélica Donoso (secretaria), Adolfo Castro (tesorero) y las directoras e integrantes del comité de disciplina Brigitte Reinecke y Sybille Klapp.

A nivel global, el Club de Atletismo Master de Valdivia pertenece a la WMA (World Master Athletics) y dentro de sus referentes para una institución en permanente crecimiento suenan fuerte los nombres de Juan Gajardo, Brigitte Reinecke, Ruth Guzmán, Manuel Sepúlveda, Patricio Palma y Carlos Cáceres.

EN LA PISTA

¿Cómo llegó al atletismo master? -Antes, no era deportista y ni siquiera conocía las zapatillas con clavos. Al club llegué a través de un socio hoy fallecido, Aquiles Bravo, quien me explicó que eran un grupo de amigos que se juntaba a hacer deporte y que por mi biotipo podría servir para los lanzamientos. Pensé que me iba a encontrar con un grupo de adultos mayores que asistía para entretenerse, pero el nivel de nuestros integrantes es altísimo. Hoy puedo decir que soy atleta de corazón.

¿En qué rango etario se concentra la mayor cantidad de integrantes?

-La mayor cantidad está desde los 60 años, porque desde esa edad la gente se da más tiempo para hacer deporte en forma más constante. También, entre los 40 y 50 años hay un grupo grande, que no puede participar más activamente por el tema laboral. Para hacer deporte master, se necesita tiempo para entrenar, viajar, competir y recursos. Afortunadamente, a través de proyectos hemos sido beneficiados con subvenciones municipales o del gobierno regional.

¿Con qué frecuencia desarrollan sus entrenamientos?

-Los martes y jueves de 16.30 a 18.30 y los sábados de 10.30 a 12.30 horas en la pista atlética del estadio, siempre a cargo de nuestro entrenador Juan Gajardo. Además, quienes no pueden asistir en esos horarios entrenan de manera personal en otros días de la semana.

¿Por qué asumió la opción de ser dirigenta, cuando muchas personas eluden esa responsabilidad?

-Tengo una trayectoria relacionada con el liderazgo, que viene desde la casa. Mi padre (Daniel) siempre fue dirigente social y tuvo diferentes cargos, por lo que crecí viendo que ser dirigente es algo normal. Me gustó verlo desarrollarse y tener logros. Entonces, la dirigencia no me asusta, porque veo el beneficio que puedo generar para la gente y lo hago con agrado. No es una molestia. La dirigencia está en mis genes paternos. Es verdad que mucha gente le hace el quite a la responsabilidad, pero todo es llevadero cuando se trabaja en equipo.

¿Cuál es la motivación entre los master para practicar deporte y en este caso atletismo?

-Principalmente, el mejoramiento de la calidad de vida. Nos sentimos mejor, enfrentamos el día a día con mejor ánimo y disposición, se mejora los índices en la parte física (movilidad) y psicológica. Como club trabajamos en la parte competitiva con gente de altísimo nivel; y además nos enfocamos en la parte recreacional. También tenemos integrantes que estuvieron trabajando en Valdivia y se quedaron como socios; y como el club está creciendo y es reconocido en todo el país hay atletas que no se sienten bien en sus clubes y llegan a nosotros porque hay un equipo humano, profesional y deportivo de excelencia.

CARENCIAS Y DESAFÍOS

¿Qué dificultades encuentran los atletas master en Valdivia?

-Los recursos y la pista atlética, la infraestructura. Afortunadamente ahora hay recursos para repararla, pero durante años ha estado llena de hoyos y de parches que provocan lesiones y caídas; no hay servicios higiénicos habilitados; no tenemos camarines habilitados. Con sol, lluvia, neblina, frío o calor, tenemos que cambiarnos a la intemperie.

¿Cree que esas falencias son por falta de recursos o de voluntad?

-Hay falta de recursos y de voluntad de la gente que está a cargo. Los recursos se van a otras disciplinas. Con nombre y apellido: se van al fútbol.

¿Cómo se financia el atletismo master?

-Principalmente con recursos propios, en un 80% aproximadamente. El resto se hace a través de proyectos.

¿Piensa que el atletismo master debe ser financiado por el Estado?

-Tenemos las dos áreas: competitiva y recreativa. Entre la gente que integra los clubes tenemos personas que se dedican a su hogar, estudiantes, profesionales y pensionados. Y si pensamos en las campañas de vida saludable, el deporte master debiera ser financiado por el Estado, independientemente del gobierno de turno. Sobre todo, ahora que además está en boga el cuidado del medio ambiente.

¿Cuáles son los próximos desafíos del club?

-Del 6 al 9 de noviembre tenemos el Nacional de Valparaíso, al cual iremos con un mínimo de 16 personas y financiamiento del gobierno regional; el próximo año, en febrero tenemos el Campeonato de Semana Valdiviana; el campeonato de pruebas combinadas y nuestro gran objetivo, que es el Mundial de Toronto, del 20 de julio al 1 de agosto.

En el momento de cerrar la entrevista, Rossana Rodríguez Agüero deja un testimonio de agradecimiento: "A los atletas del club, por su cooperación y trabajo en equipo. A Ruth Guzmán, quien pasa por un momento difícil y sigue compitiendo; y a mi padre, cuyo ejemplo me ha llevado a ser dirigente deportiva y está delicado de salud. Esta entrevista, se la dedico a él".

¿Sería bueno que el atletismo valdiviano tuviera su estadio propio?

-Sin duda, porque nos limita mucho en los entrenamientos y también para realizar actividades deportivas más formales. Hoy vivimos acotados a los horarios del fútbol durante los fines de semana y en enero se cierra la cancha por el Mundialito. Además, hay limitantes para los lanzamientos, la jaula del martillo está en el estacionamiento municipal. Vemos con sana envidia el estadio de atletismo que tiene Chillán, que es un ejemplo. Allá no tienen un container de donde hay que sacar a pulso las pesas ni tampoco tienen que tener el foto finish instalado en las tribunas.