En la 27ª Feria del Libro realizada la semana pasada en el Parque Saval fue presentado un libro de la artista Jéssica Oñate, desde el cual se invita a volver la mirada hacia estos importantes insectos, fundamentales para la supervivencia del ser humano y cuya existencia se encuentra amenazada por el cambio climático, el avance de la frontera agrícola, la deforestación y el crecimiento urbano.
Se trata de cuentos para niños, cortos y simples, pero a través de ellos se habla de acciones como la polinización y la generación de miel, que las abejas cumplen, pero que cada día se complejizan más.
Según antecedentes de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), en Chile se registra un déficit de más de 400 mil colmenas, lo que afecta negativamente la producción de alimentos.
Se estima que en el país hay entre 600 mil y 800 mil colmenas, distribuidas principalmente entre Atacama y Coyhaique, pero los agricultores necesitan alrededor de 1 millón 327 mil. Esa diferencia implica que hay menos agentes polinizadores (que ayudan al transporte de polen de las plantas) de los que se requiere para los cultivos, lo cual encarece y dificulta la producción.
En Los Ríos aún no se registran tantos problemas como en la zona central debido a la sequía, pero es preciso tomar precauciones y cuidar a las abejas de los riesgos que las afectan, como por ejemplo el uso de pesticidas y la presencia de las "chaqueta amarilla", que las depredan. Esas avispas están consideradas como "plagas" y se encuentra en marcha un plan de control liderado por el Servicio Agrícola y Ganadero (Sag) y el Centro de Humedales (Cehum) que involucra también a la comunidad. Tiene una proyección de tres años, además de un componente de educación importante.
Se trata de un asunto muy serio. No en vano se ha popularizado un dicho (atribuido a Albert Einstein) que advierte que si las abejas desaparecieran por completo, a la Humanidad le quedarían solamente cuatro días de vida.
Quizás suene como una exageración, pero es preciso crear conciencia. Y en esa dirección contribuye, con sus relatos sencillos y dulces, el libro mencionado: a visibilizar y encender alertas.