Que el Servicio Nacional de Menores (Sename) estaba en crisis, era un secreto a voces que simplemente estalló en la cara de la sociedad chilena con un lapidario informe sobre el fallecimiento de niños y adolescentes al cuidado de la institución. Entre enero de 2005 y julio de 2016, hubo 1.313 muertes en distintas circunstancias.
Basado en esa impactante cifra, el escritor, guionista y cineasta Vladimir Rivera decidió imaginar y reinventar algunas de las historias detrás de los números. Son aquellas que hasta ahora eran solo conocidas por compartir un halo de tragedia.
El resultado: "Niño invisible" (Libros Verde Vivo), obra ilustrada por Ales Villegas que trae de vuelta a los que no debieron marcharse.
A través de las páginas llenas de color y nostalgia, están Nayareth (7), James (3), Benjamín (3), Camila (6), Maicol (4), Clara (9), Lucero (8), Fernanda (10 meses de vida), J. M. (14) y Lissete (12), como protagonistas de sus respectivas cortas existencias.
Todos están visibilizados como seres humanos llenos de anhelos, faltos de cariño y con futuros que pudieron ser mejores que aquellos realidades por las que serán rememorados. En su prosa, Rivera los saca de sus miserias y los hace viajar por mundos fantásticos donde tienen amigos, pueden comer helados, pasean por los parques y sonríen. Además, tienen habilidades increíbles que los hacen admirables. Por ejemplo, Lissete puede esconder su pasado en una caja de fósforos; Lucero es una gran inventora que se fabrica un robot; y Benjamín es capaz de usar alas de metal para llegar al cielo.
Al margen de los informes oficiales, las verdades incómodas y los testimonios de quienes pasaron por el Sename y sobrevivieron para contarlo, lo que hacen el autor y la ilustradora, es rendir homenaje a los niños que como dice el libro, habitan en el cielo y merecen ser cuidados, abrazados y por siempre recordados.
Daniel
Navarrete