Un mensaje a la comunidad valdiviana entregó el padre Ivo Brasseur ayer. Era el día de su cumpleaños número 90 y tuvo palabras especiales para los residentes locales: "Quiero que sigan siendo acogedores con todas las personas que vienen desde afuera del país, como lo fueron conmigo. Ya que si hay algo que podemos destacar de esta comunidad es eso. El cariño al extranjero", aseguró.

El sacerdote se encuentra fuera de su trabajo pastoral, residiendo en la Casa de Ejercicios del Obispado de Valdivia, donde ayer fue visitado por fieles católicos y familias amigas, quienes compartieron con él para festejarlo. "Yo aún me siento joven y no espero nada en mi cumpleaños. Lo que sea será bien recibido", dijo sonriendo al ser saludado.

Corral

El padre Ivo tuvo también palabras especiales para Corral. Recordó su llegada a Chile y haber pasado el terremoto de 1960 en el puerto, donde realizó su labor como sacerdote durante tres años. "Vivir en Corral fue para mí muy interesante, no sé si para los demás o para la gente que habita ahí".

Luego de ejercer en Corral, fue nombrado párroco de la Catedral de Valdivia. Y recuerda con detalle esa experiencia. "Durante esos años conocí mucha gente. Tuve que predicar la palabra de Dios a gente que no la conocía. Me sorprendió de Valdivia que la gente no era tan religiosa como lo había esperado, siempre como sacerdote esperé mas. Pero destaco la buena acogida que siempre me dieron".

Trayectoria

El padre Ivo nació en Tubize, ubicado a 20 kilómetros de Bruselas, Bélgica, el 3 de noviembre de 1929.

El 20 de diciembre de 1953 fue ordenado sacerdote y lleva 59 años junto a la iglesia católica valdiviana.

Fue profesor de religión en varios establecimientos educacionales de la capital regional, capellán del Colegio San Luis de Alba, capellán de la parroquia Santos Juan y Pedro, capellán del templo San Francisco.

En 2015 fue reconocido por la Universidad Austral como "Patrimonio vivo" y confiesa sentir mucho amor por la región.

"He pasado la mayor parte de mi vida aquí y es donde mejor me he sentido", señaló.

Cuidadoras

Actualmente el padre Ivo reside en la casa de ejercicios del Obispado de Valdivia ubicada en la Isla Teja y es cuidado por cinco personas: Carmen, Jimena, Dalila, Sara y Eugenia, quienes destacan la labor que el padre ha realizado en la comunidad católica.

A nombre de las cuidadoras, Eugenia Alegría manifestó que "nosotras queremos destacar que el Padre Ivo es un excelente sacerdote, conocido y querido por la comunidad eclesiástica, a quienes él también recuerda con mucho cariño. Se merece todos los reconocimientos".