Uno de los temas que cruza las demandas sociales expresadas en los últimos días es la calidad de vida urbana a la cual pueden acceder las personas. En Santiago problemas como el Transantiago, la desigualdad de acceso a parques y áreas verdes, los barrios periféricos con hacinamiento y desprotección, han sido tocados por voceros y carteles callejeros.
Desde regiones como la nuestra esas dificultades puntuales se ven lejanas. Según índices internacionales que miden los porcentajes óptimos de espacios públicos y parques, la región está sobre la media nacional. Sin embargo, una solicitud que ha surgido en diversos cabildos ciudadanos, especialmente en Valdivia, es la de definir los espacios urbanos y controlar los permisos de construcción para que no se sigan rellenando humedales con fines habitacionales, ni se dañe las áreas de parque urbanos.
Esa es una tarea de planificación, que en la zona está pendiente. Según datos del ministerio de Vivienda (observatorio.minvu.cl), esta región y la Metropolitana son las únicas del país que no tienen Plan Regional de Desarrollo Urbano. La mayoría de las otras lo tiene en tramitación y solamente tres vigentes: O'Higgins, Coquimbo y Arica.
Además, de acuerdo a los mismos datos, ninguna comuna de Los Ríos cuenta hoy con un Plan Regulador Comunal (PRC) actualizado. Todas figuran con el documento "En Modificación" (Valdivia desde 2006; Corral desde 1997 y Máfil desde 1993, por nombrar algunos), con la excepción de Mariquina, que está recién formulando uno.
Es cierto que en abril de este año el Consejo Regional aprobó 240 millones de pesos para resolver la necesidad de actualizar los PRC, pero se pudo un plazo hasta el año 2022. Sin duda que esa es una buena propuesta, pero en todo ese tiempo -y con la rapidez de la ocupación urbana actual- se corre el riesgo de que los planes se aprueben y queden obsoletos de inmediato y ya no reflejen la realidad que buscan normar.
Quizás este parezca un punto menos importante que otros por resolver. Pero si se piensa que la regulación de una ciudad incide directamente en la forma en cómo ella es habitada y disfrutada por las personas, entonces se comprende la importancia de atenderlo.