Restituir el orden público

La ilegitimidad de origen de la actual Constitución es la principal razón por la cual la oposición democrática ha insistido desde hace años en la necesidad de avanzar hacia una nueva Carta Fundamental. Es un argumento de peso, que ni siquiera las sucesivas reformas constitucionales han logrado mitigar ni apagar.

El problema está en que en un sector relevante de la sociedad chilena podría estar incubándose aquella misma apreciación respecto del proceso constitucional iniciado el pasado 15 de noviembre. El motivo no es menor. La idea de una nueva Constitución surge hoy en el marco de una grave convulsión social y de una violencia incontrolada, que mantiene totalmente alterado el orden público.

Si el Estado no es capaz de restablecer la paz y la tranquilidad públicas, no sería de extrañar que en el futuro un importante sector de los ciudadanos pueda llegar a sostener la ilegitimidad de origen de la eventual nueva Constitución, argumentando que esta nació en una situación de desorden, violencia y convulsión. Por eso resulta indispensable que el Gobierno y todas las fuerzas políticas democráticas acuerden a la brevedad un conjunto de medidas que permitan restituir el orden público, perseguir eficazmente a los responsables de los graves actos de violencia, incluidos a quienes los han instigado, e impedir que sigan realizándose. Todo esto sin perjuicio de seguir avanzando en las medidas legislativas que den respuesta a las legítimas demandas sociales.

De lo contrario no solo se pone en riesgo el proceso constituyente, sino que, peor aún, se arriesga la mantención del Estado de Derecho, de la Democracia y de las instituciones republicanas, es decir, de todo aquello que conforma la razón de ser del Estado.

Marcela Peredo Rojas (UA); José Manuel Díaz de Valdés (UDD); José Ignacio Martínez (UAndes); Ignacio Covarrubias (U. Finis Terrae) Profesores Derecho Constitucional

Repensar el sistema de salud

A pesar de que Chile ha avanzado en múltiples materias en las últimas décadas, quedan muchos aspectos que mejorar para que haya mayor equidad. En lo que se refiere a la salud, una de las áreas más sensibles, es el momento de abrir el diálogo, de manera responsable, para ir resolviendo, a través de políticas públicas eficientes y eficaces, las brechas que existen todavía y que segmentan a nuestra ciudadanía.

Creemos que es el momento de establecer una Mesa de la Salud que convoque a todos los actores sectoriales -empresas, médicos, funcionarios, profesionales y Ministerio de Salud- que aborde con seriedad y altura de miras las principales falencias que hoy entraban un buen funcionamiento del sistema público, que es donde se atiende el 80% de los chilenos.

Para terminar con la inequidad, ya no se puede seguir soslayando una discusión profunda sobre cómo diseñar un presupuesto anual de salud que responda realmente a las demandas y necesidades -y que no genere una deuda hospitalaria histórica, como la que año a año se genera-, ni tampoco el diseño y acuerdo de fórmulas para que la gestión de los centros asistenciales sea más eficiente.

Creemos que solo trabajando unidos por el bienestar y seguridad de los pacientes lograremos alcanzar el gran desafío de mejorar la salud para todos los chilenos.

Eduardo del Solar Asoc. Proveedores de la Industria de la Salud (Apis AG)

Agradece a Hospital

El día 22 del presente mes, en el hospital Regional de nuestra ciudad, dejó de existir, tras larga agonía y sufrimiento, mi querida y recordada cuñada Enith Ulbrich Figueroa.

Para la opinión pública esta noticia podría ser el triste desenlace,de una persona por una de las enfermedades más crueles: el cáncer. Pero quisiera compartir por este medio que en las dependencias de Oncología Ambulatoria de dicho recinto de salud existe una pléyade de generosos, humanitarios y altruistas funcionarios y funcionarias de la salud, que se entregan en cuerpo y alma a sus pacientes.

Yo creo que todos los funcionarios de la institución,siempre colaboran de esa misma manera, sin embargo agradezco infinitamente a las auxiliares de servicio Angela y Joanna; enfermeras Fiona,Irma y Macarena; las doctoras Vivian Torres y Mónica Fuentes. Mil gracias.

Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com

Inclusión y discapacidad

Según el Estudio Nacional de Discapacidad - ENDISC - 2, el 16,7% de la población de 2 y más años se encuentra en situación de discapacidad, es decir 2 millones 836 mil 818 personas. Por eso y por las peticiones históricas de la comunidad, exigimos que se visibilicen las demandas y necesidades de personas con discapacidad, su entorno cercano y/o cuidadores, respetando la Convención que Chile ratificó el año 2008.

Además, es profundamente necesario implementar mecanismo para fomentar y generar procesos de inclusión sociolaboral.

Estamos en un punto de inflexión como país, y tenemos una gran oportunidad, la de co construir el Chile que soñamos, uno más amable y justo para todos.

María José Escudero Co Fundadora Fundación Ronda

@CNNChile: José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch, presenta informe: "Se han registrado graves violaciones a los DDHH por parte, fundamentalmente, de las fuerzas de Carabineros"

@PublimetroChile: Segundo golpe lapidario contra Carabineros: Human Rights Watch denuncia "graves violaciones a derechos humanos" en Chile y pide una reforma policial urgente al Gobierno de Piñera.

@Cooperativa: Human Rights Watch revela las conclusiones de su informe sobre la crisis chilena: Recabamos pruebas consistentes que Carabineros utilizó la fuerza de manera excesiva, hiriendo a miles de personas #CooperativaTeSuma

@biobio: Sobre los riesgos de lesiones por escopetas antidisturbios, el informe señala que "los altos mandos de Carabineros no parecen haber transmitido ese riesgo a los agentes rasos" y además llaman a una urgente reforma de la institución.

@pabloparedesm: Un gobierno cuestionado por Amnistía Intermacional y Human Rights Watch diciéndole q en Chile se están violando gravemente los DD.HH, hoy tiene tamaña ocurrencia de ingresar proyecto de ley para sacar más rápido a los militares de sus cuarteles. En qué país vive @sebastianpinera

@meganoticiascl: Human Rights Watch denuncia uso excesivo de la fuerza y recomienda reformar policías en Chile.

Los eventos que están ocurriendo a lo largo de nuestro país han revivido una lógica de discusión coloquial que parecía olvidada -o, por lo menos, deslegitimizada-, a saber, la del discurso del odio. Con esto, me refiero a que cada día es más común, escuchar frases tales como: "Esto es culpa de los comunistas o de los fachos o de éste u otro grupo económico y social". Está claro que la frase recién transcrita no logra captar el odio en las mismas, toda vez que en la vida cotidiana éstas suelen ir acompañadas de una serie de improperios, así como de una actitud que en Chile solemos llamar "cabeza caliente".

Resulta impresionante cómo al mirar fijamente a los ojos, aquellas ventanas del alma como se suele decir, de quienes están manifestando una opinión como la antes descrita, se es capaz de percibir el fuego y la ira que motivan su discurso. La racionalidad parece haberse esfumado, y lo único que queda es la pura facticidad de la fuerza bruta. Una situación como esta hace imperativo aclarar cuál es la posición del "discurso de odio", aquel que atenta contra la dignidad de un grupo de individuos, en la memoria colectiva.

Se suele llamar "memoria colectiva" a aquel continente que es poblado con eventos, sean buenos o malos, que una comunidad política en específico decide que no deben ser olvidados. La violación sistemática de los derechos humanos ocurrida en épocas pretéritas en nuestro país, así como la fuerza del pueblo chileno luego del terremoto en Valdivia en 1960, son algunos ejemplos de contenidos presentes en la memoria colectiva de nuestro país.

Los discursos de odio, muy comunes no sólo en situaciones excepcionales como las que estamos viviendo hoy, sino que normalizadas en ciertos contextos -políticos, familiares e incluso de amistad-, deben tener un lugar especial en la memoria colectiva de nuestro país. Los mismos deben ser rechazados tajantemente y sin excepción. Las fracturas que lógicas de discusión de este tipo han producido en el pueblo chileno son devastadoras (basta con recordar lo ocurrido en 1891 y 1973). Por lo tanto, hemos de recordar día a día que la racionalidad y el diálogo deben primar a la hora discutir ideas. Si fallamos en esta tarea, estaremos condenándonos a repetir los errores del pasado una y otra vez.

Diego Pérez Lasserre Docente Derecho USS Valdivia