Al Vuelo

E-mail Compartir

Los cánidos estaba cansados y se dispusieron a tomar un merecido descanso, pero en el sitio más inadecuado de la ciudad, justo en el centro de una calzada. ¡Vamos, muchachos, que un conductor demasiado corto de vista o excesivamente distraído puede convertirles la siesta en un sueño mucho más largo!