Donald Little, Franklin Thon y Hugo Muñoz (que lideró el elenco desde 1974) han sido los responsables de las más de seis décadas de historia del Coro de la Universidad Austral de Chile. Cada director ha dejado un sello particular, que el año pasado tuvo renovación. Es que Muñoz dejó el cargo y asumió Hingrid Kujawinski, la primera mujer en una corta lista de profesionales escogidos para seguir a tradición iniciada con el debut del coro el 12 de marzo de 1955.
Kujawinski se formó en Brasil, es pianista por la Universidad Federal de Santa María y tiene una licenciatura de música en dirección coral por la Universidad Federal do Río Grande do Sul. Y en Estados Unidos es master en dirección coral y piano colaborativo por la Mansfield University, y doctora en artes musicales en dirección coral por la Rutgers University.
En 2018 fue la transición del cargo, por lo que considera 2019 su primera temporada regular al mando de las voces universitarias. Durante el año, el Coro Uach tuvo 37 presentaciones y diversos vínculos creativos con instituciones como por ejemplo la Orquesta de Cámara de Valdivia, con la que realizó tres conciertos de Navidad en dos ciudades. A ello se sumó una participación en el XIX Festival Internacional de Jazz de Valdivia y el concierto "La tierra está cansada", donde compartió escenario con la banda La Rata Bluesera.
Los sellos
Al asumir como directora y debido a la diversidad de coristas, Hingrid Kujawinski decidió crear elencos mixto, masculino y femenino. "Fue la mejor manera de adecuarnos a factores como por ejemplo la diferencia de edad de los integrantes y sus habilidades artísticas y la gran cantidad de personas que audicionó", dice. Y agrega: "Luego derivamos a nuestro formato actual que considera el grupo estable formado por estudiantes y un taller de canto coral que sirve de semillero".
-El de la Uach es el coro más longevo de la región y existe desde los inicios de la casa de estudios. ¿Cuando asumió como directora sintió el peso de esa historia?
Por supuesto. Se lo he dicho a los coristas y al maestro Muñoz, es un verdadero honor ser la directora. La responsabilidad es muy grande y me ha servido para aprender nuevas lecciones desde mi forma de hacer las cosas. Cuando asumí, Hugo Muñoz me dijo 'el coro es la cara de su director', por lo que proyectar esa frase sirvió de idea para entender cómo iba a ser la presencia del grupo de ahora en adelante.
- ¿Desde el punto de vista artístico, cree que hay diferencias con su antecesor?
La orientación de antes era hacia un repertorio más estándar, no por eso menos importante; y yo tengo una mirada más hacia lo contemporáneo, trabajando con piezas que igualmente nos permiten avanzar en la formación de nuestros artistas. En esa línea es que nos animamos a estar en instancias como el Festival de Jazz con el estreno para Chile de "Mass in blue", del compositor inglés Will Todd; y en "La tierra está cansada", donde además participó el Ballet Folclórico Uach.
- ¿Tiene planes de continuar con alguno de los proyectos históricos del coro, como por ejemplo "Música por la Carretera Austral"?
De momento la gestión está orientada a generar una mayor presencia local y regional. Eventualmente podríamos organizar giras o viajes a otros lugares, pero dependerá del financiamiento. La gestión de proyectos está entre mis labores y durante el próximo año vamos a explorar en vías de financiamiento que nos permitan expandirnos.
Los protagonistas
El Coro de la Universidad Austral de Chile tiene entre 40 y 45 integrantes. Son estudiantes de distintas carreras, por lo que deben complementar sus ocupaciones académicas con los conciertos. "Estamos apuntando a llegar al menos a 60 coristas, pero es complejo coordinar las agendas de tantas personas, considerando la carga de estudios. De todas maneras, quienes entran al coro, lo hacen asumiendo el compromiso de siempre estar disponibles para los conciertos, pese a la contingencia".
Asimismo en el taller de canto coral (que tuvo 40 inscritos al principio de semestre) están todos quienes no tienen experiencia en el área, pero que se están formando para pasar al elenco estable. Ellos abordan repertorios más sencillos.
- ¿Cómo ha sido su experiencia en Valdivia en comparación a la de Estados Unidos y Brasil?
La de Chile es una realidad parecida a la de Brasil, en cambio Estados Unidos es un mundo completamente distinto, principalmente porque los niños cantan en coros desde que están en la escuela. En general es muy extraño encontrar personas que no hayan cantado en un coro infantil, adulto o de alguna iglesia. Brasil es una realidad opuesta. No hay tradición coral y suelen ser los colegios con más recursos económicos los que terminan desarrollando elencos.
- Es un fenómeno opuesto al que generó el movimiento de orquestas infantiles y juveniles de Venezuela hacia el resto del continente. ¿Por qué cree la actividad coral no ha logrado tanta preponderancia?
El compositor Heitor Villa-Lobos es uno de los grandes precursores del trabajo con niños en Brasil. Sin embargo, su labor no tuvo continuidad. La responsabilidad también está en la falta de profesionales capacitados para labores como la música y otros factores que son propios del sistema educacional. Sobre la realidad chilena, Valdivia es mi gran referencia y siento que es una ciudad que ha logrado un desarrollo armónico en relación al arte. Incluso que exista la Agrupación Coral de Los Ríos es una señal de que la actividad tiene relevancia local.
Desafíos
Durante sus años en Estados Unidos, Hingrid Kujawinski trabajó como asistente de enseñanza y fue directora del Coro Femenino Voorhess, logrando llegar a la final en el American Prize Competition. De aquellas experiencias indica algo que al menos no ocurre en el Coro Uach: lectura musical. "Lamentablemente no tenemos tiempo para abordar ese aspecto, por lo que el aprendizaje es más bien escuchando. Que nuestros coristas lean música es algo a lo que apuntamos como meta, sin embargo depende mucho de los tiempos que tenemos para los ensayos".
- ¿Qué otro desafío hay en la agenda en el corto plazo?
Para el próximo año tenemos tres grandes compromisos, dos de ellos son para septiembre por el aniversario de la universidad y en diciembre, para Navidad. Para ambas ocasiones está proyectado compartir escena con el Bafuach y la OCV. Y en mayo, con motivo de la conmemoración de los 60 años del terremoto ocurrido en 1960, vamos a tener un concierto especial con el estreno de una pieza hecha por Edgar Girtain, compositor y director de la Casa de las Artes y la Cultura Uach de Puerto Montt. En ese contexto también me gustaría hacer música de algunos de los países que fueron afectados por la catástrofe, como por ejemplo Japón o Filipinas. Es una idea artística bastante interesante. El resto de actividades del 2020 se comenzarán a articular una vez que comience el año, ya que muchos de nuestros compromisos van a depender de la disponibilidad del elenco.