Discapacidad y educación
En Chile más de 545 mil personas entre 18 y 44 años presentan alguna situación de discapacidad, De esta población, sólo el 9,1% cuenta con estudios superiores, a diferencia del 20% de las personas sin discapacidad, lo que se debe en gran medida a las barreras para el acceso y más aún para el desarrollo en un sistema educativo que les permita egresar e incorporarse al mundo laboral, ya sea de manera dependiente o independiente.
Lo anterior constituye una brecha y un incumplimiento de nuestro país con las personas con discapacidad, ya que la Convención Internacional sobre los Derechos de esta población, ratificada por Chile en 2008, obliga a los estados a garantizar una inclusión en la educación que sea transversal a todos los niveles.
Con relación al acceso en la educación superior, este año ocurrió un hito en la aplicación de la Prueba de Selección Universitaria, ya que se aprobaron 1.324 solicitudes de adecuaciones y apoyos de personas con discapacidad, lo que permitió doblar la cantidad de estudiantes en esta situación que rindieran la prueba. Sin embargo, esto no agota las posibilidades para que las y los estudiantes con discapacidad puedan ser parte de una educación inclusiva tanto en la etapa escolar como en el nivel superior.
En la actualidad la Ley N°20.422 establece que las instituciones de educación técnico-profesional y universitaria deben garantizar ajustes razonables para el acceso de las personas con discapacidad y para el óptimo desempeño de estas en el aula. No obstante, se desconocen los estándares para este tipo de iniciativas.
Es así, que las recomendaciones para una política pública efectiva en esta materia apuntan directamente a elaborar una reglamentación específica que asegure el acceso y participación de estudiantes con discapacidad; generando mecanismos que favorezcan la transición desde la enseñanza media a superior; fomentando un trabajo colaborativo que articule a los actores del ecosistema de educación para que esta población tenga claridad de la ruta y apoyos existentes no sólo para el ingreso sino para la permanencia y egreso en igualdad de condiciones.
Carola Rubia Directora ej. Fund. Descúbreme
Inteligencia Artificial
¿La Inteligencia Artificial, IA, ayudará a crear nuevos empleos? ¿O hará que se destruyan trabajos tradicionales? La consultora DuckerFrontier, por encargo de Microsoft Chile, levantó un estudio denominado "Impacto de la IA en el mercado laboral chileno", que ayuda a esclarecer algunos aspectos importantes en productividad y generación de riqueza.
Así, el informe sostiene que la implementación de herramientas de IA en los procesos productivos, como machine learning, computer vision y cloud, generaría entre 18% y 42% de nuevos empleos. Además, triplicaría la productividad y podría duplicar el Producto Interno Bruto (PIB), pasando de un PIB de 3,1%, a un PIB de 6,1% en 2030.
El documento agrega que invertir en la reconversión de los trabajadores existentes y la capacitación de nuevos empleados a través de la IA tendría un impacto en los trabajos de alta calificación, los que podrían aumentar de 40% (sin maximización de IA) a 54%.
¿Qué se puede desprender de estos datos? Existe una clara relación entre la adopción de herramientas de IA y la reconversión laboral de la mano de "recalificar trabajadores": liberarlos de tareas altamente repetitivas y que no generan mucho valor en la cadena productiva. Por otro lado, se trata de un vehículo importante para ganar competitividad en una industria que será, junto a las TIC, la estrella del futuro: según la Comisión Europea, el 40% de las empresas tiene dificultades para contratar personas con formación específica en TIC, y para este año estima en medio millón los puestos de trabajo de especialistas en TIC sin cubrir.
¿Qué camino puede seguir el país? Una alternativa importante debería ser potenciar a las universidades y centros de formación técnica a través de la preparación de programadores y profesionales que puedan desarrollarse en este tipo de herramientas. Se trata de un innegable valor agregado para los trabajadores, especialmente los que se incorporarán en los próximos años al mercado laboral.
Las nuevas formas de trabajo, la atracción del talento, capacitación, flexibilidad laboral y automatización serán, entre otros, los factores que van a moldear el capital humano del futuro, que necesariamente debe adaptarse a estos cambios.
David Ávila CEO de Biwiser
Política en crisis
La política está en crisis. La reciente publicación de la encuesta CEP ha dejado en el suelo a la política. Independientemente del sector político, nadie puede sacar cuentas alegres ni atribuirse algún éxito en el actual momento. Solo un 3% confía en el Congreso Nacional y un 2% en los partidos políticos. De manera transversal, la confianza en nuestra clase política ha caído a lo más bajo.
La pelota está del lado de la política. Reencantar a la población supone humildad, reconocer errores, abrirse a dialogar abiertamente, buscando acuerdos y soluciones. El desafío es grande y la cancha está abierta.
José Luis Trevia Investigador Fund. para el Progreso jtrevia@fppchile.org