Ante 1.600 personas, el Boss continúa poniendo buenas cartas sobre la mesa con las que comenzar un diálogo con cada uno de los presentes: amor, fracaso, amistad, la carretera, un futuro mejor. Y le sigue funcionando casi como el primer día.
El video donde canta "Black", de Pearl Jam, junto a Jean Philippe Cretton se hizo viral. Mauricio Jürgensen, periodista de 44 años, sorprendió a las personas con su registro, similar al del vocalista Eddie Vedder, líder de la banda norteamericana.
La dupla de periodistas desplegará sus facetas musicales en un show con el que recorrerán algunos lugares de Chile este verano.
"En general la gente nos ha tirado buena onda. También hay algunos que dicen: 'Ay, ustedes, que se meten en terrenos que no les pertenecen'. Creo que uno puede ser muchas cosas a la vez. Así que voy con todo a pasarlo bien", cuenta Jürgensen al teléfono.
Desde que ya no está en el matinal de Canal 13, sigue en otras plataformas: tiene un programa en radio Cooperativa, y otro por streaming junto a la periodista Alejandra Valle y el abogado Daniel Stingo. También trabaja en un libro, el segundo volumen de las crónicas musicales de "Dulce patria", ahora ligadas a la contingencia.
Sobre su aventura musical junto a su colega Jean Philippe Cretton, el periodista dice que está feliz con el dueto, sobre todo porque es algo que partió "de la genuina buena onda".
-¿Cómo va la proyección de esta dupla musical?
-Muy entretenida, ya llevamos como una media docena de ensayos y ahora partimos una mini gira que comienza el 6 de febrero en Santiago, en el Sunset Mirador. Luego vamos el 14 a Concepción, a la Casa de la Música; de ahí pasamos al Enjoy de Castro el 28 de febrero y terminamos el 29 en Osorno, en el bar La Estación.
-¿Qué roles tienen?
-Los dos cantamos y tocamos guitarra electroacústica. Estamos haciendo arreglos de voces. En algunas soy yo el que canto. En otras, Jean Philippe. Estamos preparando un show de un poco más de una hora. Son como trece canciones de grupos noventeros, que nos gustan y que hemos visto en redes sociales que la gente pide.
-¿Qué bandas?
-Alice In Chains, Stone Temple Pilots, Pearl Jam, Soundgarden, de ese tipo.
Sobre posibles proyectos originales del dúo, Mauricio Jürgensen afirma que lo ve como algo posible de concretar en el corto plazo.
-¿Cómo ha sido la experiencia de "El matinal de los que sobran"?
-Estamos súper bien. También fue una aventura que partió de la buena onda, de algo que no estaba como armado. Fue una invitación a un programa, después me llamaron y funcionó.
-¿Y si apareciera un proyecto para la televisión abierta?
-No me niego a eso, para nada. De hecho, haber salido del matinal en el momento que salí para mí tiene todo el sentido, estoy totalmente convencido, no me arrepiento de eso. Pero uno no sabe. Puede aparecer un proyecto que tenga sentido, que vincule con la música o con alguna dimensión de las cosas, y yo puedo estar ahí. O quizás volver a otro programa en otro contexto, en otra conversación. No lo sé en realidad.
Mauricio inició un ciclo en la Sala SCD donde ya estuvo con Mauricio Redolés y este jueves se presentará con Nano Stern. Las siguientes fechas son miércoles 5 de febrero con Quique Neira, el 12 con Colombina Parra y el 19 con Camila Moreno. Es un formato de música y conversación.
Una grata sorpresa se llevaron los asistentes del festival benéfico "Light of Day" la noche del sábado, luego de que el rockero estadounidense Bruce Springsteen apareció este sábado, con la colaboración de variados artistas.
El evento se realiza en Asbury Park, Nueva Jersey, y recauda fondos para luchar contra el párkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.
Ataviado con una camisa de cuadros, una boina y su mítica Fender amarilla, Springsteen retornó al teatro Paramount cinco años después de su última aparición en este festival, que se celebra en la ciudad que le vio crecer como músico en los 70.
A lo largo de la noche, Springsteen se unió a artistas emblemáticos de Asbury Park como Jesse Malin para tocar "Broken Radio", Willie Nile para "One Guitar" y Joe Grushecky y su banda, The Houserockers, que le acompañaron en la última hora y veinte de concierto.
El Boss y su compañero de marras abrieron su parte del repertorio con "Talk to the King", obra de Grushecky, que sirvió para que un Springsteen algo falto de energías cogiese fuerzas para encarar su celebrada "The Promised Land", que sirvió para meter al jefe en el concierto.
Mientras intercalaban canciones de uno y otro, los fans coreaban sin tregua cada tema, sedientos de acordes de Springsteen, quien tras finalizar hace un año su estancia en Broadway y publicar su último disco, "Western Stars", no se ha prodigado demasiado por los escenarios ni ha vuelto a programar, de momento, ninguna gira.
El festival "Light of Day" ha celebrado este año tanto su 20 aniversario como el cumpleaños de su fundador, Bob Benjamin, que suele coincidir en tiempo con la cita.
Sus organizadores aseguran que en esos 20 años, entre todas las ediciones más los eventos especiales, han recaudado cerca de 6.000 millones de dólares para la lucha contra el párkinson y otras patologías en Estados Unidos, algo que el Boss también destacó.