Universidad Católica logró sacar adelante un accidentado partido, y con lo justo se impuso por 3-2 sobre O'Higgins, en lo que fue su primer encuentro como local en el Campeonato Nacional 2020.
Si bien el inicio del cotejo estaba programado para comenzar a las 18 horas y debió ser retrasados 20 minutos debido a los graves disturbios protagonizados por un grupo de hinchas, desde el comienzo fue la UC la que tomó el control del juego. Incluso demoraron solo 13' en ponerse por delante, después de que Edson Puch no tuviera problemas para anotar el primer gol.
Fue el mismo delantero iquiqueño quien anotaría un segundo tanto algunos minutos después, aunque finalmente la anotación sería anulada tras revisión del VAR.
El duelo perdía ritmo y la expulsión de Roberto Cereceda a los 38' hacía creer que el pleito sería un trámite para los franjeados. Sin embargo, tras el entretiempo, los celestes volverían con todo y Roberto Gutiérrez anotó el empate, tras un error de Valber Huerta.
De ahí en más el encuentro siguió sin grandes oportunidades, hasta que a los 64' Benjamín Kuscevic logró conectar un centro de Diego Buonanotte y volvió a poner en ventaja a la UC.
El cotejo continuaba no exento de complicaciones -ya que aún habían hinchas que lanzaban proyectiles a la cancha- y Católica dominaba las acciones. Sin embargo, una nueva desatención defensiva volvía a meter a los rancaguinos en la cancha, luego de que Matías Meneses ingresara solo al área para anotar el empate.
Se acababa el partido y Ariel Holan movía sus fichas. Mandó a la cancha a César Munder y Diego Valencia, los que finalmente terminaron siendo claves. Corría el minuto 91 y el cubano realizó un gran desborde que terminó en centro para Valencia, el que logró convertir el 3-2 definitivo.
Hechos de violencia
Más allá de los deportivo, la jornada de ayer también estuvo marcada por incidentes que protagonizaron los hinchas del club cruzado antes que comenzara el cotejo.
Los manifestantes intentaron ingresar a la cancha de San Carlos de Apoquindo lo que provocó enfrentamientos con los guardias de seguridad y varios disturbios en las inmediaciones.
La situación se dio justo antes que los equipos salieran a la cancha, por lo que el árbitro Julio Bascuñán decidió que ambos se quedaran en los vestuarios hasta que todo estuviese controlado.
Al mismo tiempo se provocaron incidentes fuera del estadio, donde un grupo de individuos destrozaron autos y se enfrentaron con Carabineros.