Amelia Carvallo
La compositora, cantante y actriz Soledad del Río inició su carrera musical en 2008 como vocalista del grupo La Guacha, banda con la cual estuvo una década para dar el salto a una carrera solista que este año comienza con un desafío de un tamaño mayor: representar a Chile en la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar con la canción "Somos paraíso".
Actualmente la artista está viviendo en plena naturaleza hacia la costa de la Sexta Región, entre Cáhuil y Bucalemu, donde está preparándose para subir al escenario de la Quinta Vergara a fines de febrero. "No es menor ser la representante de Chile en este momento de crisis y transformación, es un mega desafío, una bella responsabilidad. Estoy ensayando mucho, tocando la guitarra, tratando de ser lo más prolija y amorosa con todo lo que voy a compartir", explica Soledad Del Río desde su refugio.
-¿Cómo nació esta canción?
-Hace como un año, fue como un misterio que se iba develando de a poco. Partió con una frase que se me vino y compartí por redes sociales, que decía "el paraíso lo llevamos dentro". Tuvo tal repercusión que sentí que había tocado una fibra en la que era necesario profundizar. Esto de que el paraíso, o lo que anhelamos, no está afuera sino que está adentro.
-¿Y cómo fue agarrando cuerpo la canción?
-Después empezaron a aparecer bien intuitivamente en la guitarra algunos acordes y se empezó a develar la canción. Entre medio me empecé a acordar de un texto de Gastón Soublette que hablaba sobre la cosmovisión de los mapuches y cómo defienden y honran el paraíso mediante lo sagrado de la naturaleza. Ellos se sienten parte y se reconocen en la naturaleza. Así se fueron ensamblando las piezas, ese fue el sustento de la canción, que la respuesta a quiénes somos está dentro de la naturaleza, así que necesitamos reconectar con esa cosmovisión mapuche en estos nuevos tiempos de revolución.
-Y musicalmente, ¿cómo es?
-Es como un folclor mestizo, a veces un poquito medio sicodélico, con toques medio electrónicos, una conjunción entre tradición y modernidad, rescata el ritmo del latido de un corazón que lo lleva un kultrún.
Etnia mapuche
Sobre esto último, Soledad Del Río enfatiza que todo lo hace con mucho respeto y cuidado. "Es como honrar la etnia mapuche, reconocer en mis células ese gen y siendo muy cuidadosa con la no apropiación cultural, es un homenaje, un rendir culto y tributo, volver a poner en la palestra como ha pasado en este estallido social en que todos han agarrado la bandera mapuche como símbolo de algo. La guitarra de palo es la base, invocando a Violeta Parra también, y también tiene quena que lleva a reconocer al pueblo aymara", asegura la compositora.
-¿Con quién subes al escenario?
-Me voy a acompañar con Rodrigo Aros que es multiinstrumentista y productor que también toca con Hoppo, la banda donde toca Rubén Albarrán de Café Tacuba; también con Raimundo Santander que es guitarrista de jazz, director de la Orquesta del Viento y músico de la banda de Ana Tijoux; y con Lautaro Álvarez que es percusionista y con quien trabajé mucho tiempo en La Guacha.
-¿Has escuchado a algunos otros competidores del área folclórica?
-Escuché a Nahuel Pennisi, el competidor argentino que viene, y me siento muy honrada de compartir escenario con él porque es de esos seres luminosos, como un angelito de la música. Será un lindo desafío competir aunque me carga la competencia, creo que somos todos competentes, no competidores.
-¿Qué opinas que este año no haya alfombra roja?
-Qué bueno, me encanta que no haya porque creo que son tiempos de ir a lo profundo. Es justo y necesario dar señales de transformación, espero que el Festival lo haga y que todos reconozcamos el contexto. La dignidad parte por casa.
-¿Cómo crees que estará el monstruo?
-Intenso, justificadamente intenso. Siento que son tiempos potentes para todos y me encantaría que el monstruo se transformara en un ángel, desde ahora y para siempre. Creo que debemos dejar de alimentar el tener poder sobre otros, el pisotear a otros y ser dueños del destino y la felicidad del otro. Tenemos que ser comunidad a partir de ahora, no maltratarnos, darnos cariño. Mi invitación es a cerrar los ojos y a re-sentir, volver a sentirnos.