Importancia de la audición
La audición nos conecta con el entorno, nos permite comunicarnos y muchas veces nos salva de peligros que atentan contra nuestra vida. Por eso es importante cuidar la salud auditiva desde el nacimiento.
La cóclea, el órgano de la audición propiamente tal, alcanza su desarrollo estructural similar al de un adulto alrededor de los 5 a 6 meses de gestación. De ahí en adelante, comienza su maduración generando sinapsis y redes nerviosas que van a continuar incluso después del nacimiento. La exposición a estímulos auditivos como música y voces resultan cruciales para optimizar dicho proceso.
En efecto, cuando éste presenta una alteración en la estructura o función, ya sea reversible o no, vamos a tener un impacto en como oímos. Se denomina hipoacusia a la pérdida parcial de la audición y sordera cuando la merma es total. Lamentablemente, la hipoacusia no tratada a tiempo repercute directamente en el desarrollo del lenguaje, la cognición, las habilidades sociales y el futuro desempeño escolar.
Actualmente, existen exámenes audiológicos que nos permiten detectar en forma temprana si estamos frente a una posible pérdida auditiva. Idealmente realizamos un procedimiento no invasivo e indoloro 48 horas después de nacer llamado Emisiones Otoacústicas. Si éste no resulta concluyente, continuamos con otros estudios y hacemos seguimiento para establecer un diagnóstico e intervención con prótesis auditivas en caso de ser necesario.
Pues bien, este tamizaje auditivo neonatal en la mayoría de los países es obligatorio, pero no en Chile. Por ende, muchas veces deja de ser parte de la lista de prioridades. No obstante, está demostrado que si un bebé con hipoacusia es diagnosticado e implementado con prótesis auditivas antes de los 6 meses de edad no debería tener diferencias en su desarrollo en relación a sus pares.
Lamentablemente algunos padres no se preocupan a tiempo de este tema. La recomendación es hacerlo.
Carolina Flores Docente Diplomado en Audiología Unab Concepción
Reinvención de la PSU
La PSU, un tema que estos días ha estado en el foco de los medios de comunicación y de la opinión pública, está siendo totalmente cuestionada debido al contexto social y político que hemos vivido en el país en los últimos meses. Sin embargo, no podemos decir que esta es una discusión emergente, sino que es un tema que se viene arrastrando por décadas.
Desde un tiempo a esta parte, distintos sectores académicos han exigido el cambio de metodología, poniendo énfasis en las falencias su forma de medición, al ser la única herramienta de selección universitaria y, además, ya que es un reflejo de la desigualdad en la educación.
La sociedad pide cambios concretos e importantes en materias tan relevantes como el método que define el futuro de nuestros niños, niñas y adolescentes (NNA). Para esto, es fundamental que todos participemos y si realmente somos conscientes de la problemática en la educación chilena, todos estamos llamados a realizar cambios. Algunas de estas medidas pueden ser, por ejemplo, que se realicen voluntariados, mentorías, charlas y talleres paralelos a los cursos que se imparten en los colegios y así poder aportar a superar las grandes brechas en educación, y potenciar oportunidades, redes e inserción laboral. ¡Estamos todos invitados a este desafío!
Alejandra Fuenzalida Dir. ejecutiva de United Way Chile
Hidratarse
Nuestras abuelas tenía razón cuando nos decían que tomáramos ocho vasos de agua al día para purificar el organismo; hoy en día no bebemos agua, nos hidratamos. ¿Por qué hidratarse? Porque el 75% de los músculos, el 90% del cerebro, el 22% de los huesos y el 83% de nuestra sangre son agua. Nuestros riñones podrían tener problemas para filtrar los tóxicos de la sangre y eliminarlos a través de la orina. Además de su función desintoxicante, el agua ayuda a transportar los nutrientes, vitaminas, hormonas, enzimas, plaquetas, células sanguíneas; también genera fluidos lubricantes que protegen nuestras articulaciones. Necesitamos agua para que nuestras células, tejidos y órganos puedan cumplir sus funciones.
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleuxpd@gmail.com
Cuidemos la verdad
Un reciente estudio hecho por la compañía de seguridad Kaspersky determinó que el 70% de los chilenos son incapaces de detectar noticias falsas. Cifra preocupante si además se tiene en consideración la gran cantidad de información errónea que ha circulado durante los últimos meses en nuestro país.
La impulsividad y la satisfacción que provoca compartir algo que refuerza nuestras creencias pudo más que el raciocinio y la prudencia. Sin embargo, no está demás recordar que las noticias falsas no distinguen color político, raza, ideología o religión. Por lo mismo, es imperativo que la ciudadanía se tome en serio el peso que la desinformación tiene para la salud de nuestras democracias, sobre todo en un momento como el actual, cuando se necesita tanto cuidar la verdad.
Bárbara Haas Fundación para el Progreso bhaas@fppchile.org