Actividades que marcan el verano
El concurso de pintura Valdivia y su Río tiene 37 años años de trayectoria; el Simposio de Esculturas, ya cumplió 25. Es de justicia mencionar el aporte visionario del fallecido escultor Guillermo Franco, comprometido desde el origen con ambos certámenes.
Además de eventos turísticos que son un sello e imperdibles, como la Noche Valdiviana, el verano trae a la capital regional algunas actividades artísticas que marcan hitos. Es el caso del concurso de pintura Valdivia y su Río, que se realiza hace 37 años (su primera versión fue en 1983 por iniciativa de Tiglat Montecinos) y el Simposio Internacional de Escultura, que este año tuvo su vigésimo quinta versión, con participación de artistas llegados desde diferentes puntos de Chile y el extranjero.
Ambos certámenes están dirigidos a altos exponentes de esas disciplinas, pero también son una forma de acercar estas bellas artes al público general y de sumar razones para incluir a Valdivia entre los lugares favoritos para visitar. En el caso de la pintura, cada versión permite ver a los creadores con sus atriles en distintos puntos del paisaje valdiviano y también abre espacios a la participación formativa de niños, niñas y adolescentes interesados en la plástica. Por su parte el encuentro de escultura permite apreciar el trabajo de los participantes in situ e incluso votar por las obras que la mayoría considere de su gusto. Su propuesta no es un concurso solamente, sino una invitación a compartir con los espectadores y dejar que se aprecie el proceso creador, sin mediadores.
En ambos casos se trata de aportes únicos en su tipo a nivel nacional, que además benefician a la ciudad. Las esculturas quedan en el Parque Saval y en algunos sitios emblemáticos, mientras que las pinturas se convierten en patrimonio comunal, son exhibidas en forma periódica y en algún momento tendrán un espacio propio permanente, cuando se concrete la soñada pinacoteca regional.
Llegar a este punto con ambas actividades es un logro construido por la Corporación Cultural Municipal de Valdivia bajo el liderazgo de Erwin Vidal, con apoyo de muchas personas. Entre ellas es de justicia mencionar al fallecido escultor Guillermo Franco, comprometido desde el origen con ambos certámenes y con la idea tesonera y visionaria de convertir a Valdivia en la capital cultural del sur de Chile.
Aportes como el de él permiten recordar que la historia de la ciudad y de la región no puede verse como individual, sino como una construcción compartida, que requiere de un respaldo constante.