Luego de las medidas oficiales anunciadas desde el gobierno para enfrentar la posible propagación del coronavirus, es necesario que la comunidad asuma como propia la responsabilidad de colaborar con las medidas de prevención. Es decir, que acate las normas sugeridas desde la autoridad, para que ellas se hagan efectivas en la vida cotidiana y no se queden en la formalidad de un comunicado.
Esto es importante, considerando que el país ingresó a fase tres en el proceso de la pandemia: hay 61 casos de personas contagiadas y varias de ellas ya no son contactos de viajeros que llegaron con la enfermedad desde el extranjero; hay casos que se denominan como "autóctonos".
Si bien en Los Ríos aún no se han registrado personas enfermas, la región tiene un constante flujo de turistas y estudiantes que pueden convertirse en transportadores del virus, por lo cual la ciudadanía local debe tomar los mismos resguardos que se solicitan para otras zonas: lavado constante de manos, evitar espacios concurridos y guardar cuarentena si se llega desde países que han sido identificados como de riesgo (China, Italia, España, Japón, Alemania, Irán, entre otros).
Además es necesario vacunarse contra la influenza desde este lunes y también cambiar algunos hábitos como el saludo de mano o de beso, acción que puede ser difícil de modificar en una primera etapa, pero que sí se logra con acuerdos sociales amplios, hoy absolutamente necesarios.
Es importante tomar en cuenta estas acciones y no minimizar los riesgos. Tampoco paralizarse por el temor, sino actuar en conciencia con autocuidado, pensando en uno mismo y en los demás.
El ministro de Salud ha señalado que esta es una de las mayores emergencias que ha enfrentado Chile en el presente siglo y llamó a la conciencia colectiva al respecto. "Pedimos solidaridad" dijo Jaime Mañalich y es importante detenerse en esa frase, porque si alguien no enferma, sí puede convertirse en un riesgo para los adultos mayores cercanos o las personas inmunodeprimidas, que no tienen las mismas defensas para enfrentar este mal. En otras palabras hay que asumir que el resguardo en grupo puede incidir en la protección del grupo.