Aprender de una historia resiliente
En tiempos complejos sirve mirar hacia atrás y recordar las muchas veces que Chile, Valdivia y la región superaron los desafíos que la naturaleza les propuso. Una sugerencias es explicar que el aislamiento social es una medida preventiva, pero transitoria y que traerá beneficios para la salud de todas las personas.
En estos días de gran desafío para la región y el país, muchas familias están enfrentando incertidumbre y complicaciones con la recomendación de quedarse en sus casas, pues si bien esta medida es importante para prevenir el contagio de Coronavirus, ella implica dejar de trabajar o hacerlo de manera remota (a veces en condiciones muy complejas) y también mantener a los niños y niñas encerrados, sin clases escolares y con rutinas que alteran su vida habitual.
En este momento hay casi 90 mil escolares de Los Ríos en esa dinámica de quedarse en casa, optimizar el tiempo y tratar de seguir estudiando a través de plataformas digitales, si tienen acceso a ellas.
Ese también es un reto para los padres y madres; una oportunidad para aprender en conjunto y tomar conciencia de algo que muchos han reiterado desde antes del coronavirus: la calidad del aprendizaje también está relacionado con el apoyo del hogar. Una familia involucrada con el colegio y con la educación de sus niños y niñas, puede hacer diferencias significativas en la formación integral que ellos reciben. Y si esa fórmula funciona en tiempos de normalidad académica, con mayor razón se requiere en momentos complicados como los actuales, tan llenos de ansiedad.
En ese contexto resulta interesante revisar un documento de Joseph Bandet, doctor en psicoanálisis, quien da recomendaciones para enfrentar un período de "cuarentena" de mejor manera.
Una de sus sugerencias es acompañar a los más pequeños de la casa y explicarles que este aislamiento social es una medida transitoria, preventiva y que traerá beneficios para la salud de todas las personas; pero que pasará, que volverán a jugar con sus amigos, ir al colegio, visitar a los seres queridos.
También sugiere recordar las muchas veces en que se superaron dificultades. Y ahí es donde la historia local puede ayudar: Valdivia y la región tienen múltiples ejemplos sobre cómo ponerse de pie después de una prueba dura y, en todas las ocasiones, los hechos enseñan que es de manera colectiva. Eso está en la identidad local y las nuevas generaciones pueden ahora vivenciarlo, de manera positiva.