E n medio de la emergencia sanitaria que tiene en vilo a toda la población mundial, resulta poco comprensible que en nuestro país persistan situaciones que en lugar de facilitar la llegada a estrategias comunes para encarar con decisión y disciplina la inconmensurable amenaza que nos cayó encima, todavía asomen diferencias que perfecta y razonablemente podrían ser dejadas para un mejor momento.
Las discrepancias entre las autoridades, por mucho que ambas partes se sustenten en valederas razones, tarde o temprana se van a traducir en problemas mayores.
Si se hace imprescindible el decreto de una cuarentena total a nivel nacional es un tema que presenta variados matices y, por lo tanto, la salida debe considerar la opinión y los fundamentos de diversos participantes, autoridades y expertos.
Como generalmente ocurre, pareciera que lo mejor es analizar el panorama caso a caso, o, mejor dicho, región por región, ciudad por ciudad y hasta comuna por comuna, e, incluso, barrio por barrio, de ser necesario. Parece un alargamiento innecesario, pero, por el contrario, puede ser muy rápido, porque, como dice el viejo dicho, nadie sabe mejor dónde le aprieta el zapato.
Los Ríos, hasta el momento de escribir estas líneas, se mantenía lejos de la situación se algunas de sus pares, donde la falta de solidaridad, la desidia o la falta de empatía de ciertas personas han desatado un complejo escenario.
A la luz de lo anterior, asoma muy fuerte la solicitud de autoridades de la zona al pedir el cierre de las fronteras regionales, bajo una adecuada serie de medidas. No hay que olvidar que el coronavirus no es el único mal que afecta a nuestra sociedad, lo que implica, por ejemplo, que ciudadanos de la provincia del Ranco deben desplazarse a Osorno a seguir sus tratamientos. Y lo mismo ocurre con los vecinos de las comunas del norte de Los Ríos viajan generalmente a Temuco por las mismas razones.
Estamos frente a un desafío implacable y más encima invisible, por lo cual es muy importante que las decisiones se tomen pensando en la salud de los vecinos y vecinas; además de insistir a la comunidad para que se quede en casa y colabore con quienes deben sacar esta tarea adelante, lo más adecuadamente posible.