Claudia Muñoz David

Hoy los esfuerzos de todas las autoridades, tanto nacionales como regionales y comunales, se encuentran concentradas en enfrentar la pandemia por Covid-19. Chile aún mantiene un sistema de gobierno en el cual una de las principales figuras de coordinación dentro de las regiones es el intendente, sin embargo este cargo designado debería desaparecer durante el próximo año para dar paso a la figura de un delegado presidencial, quien representará al gobierno y será designado, y al gobernador regional, quien será elegido en las urnas.

El director del Centro de Estudios Regionales y del Desarrollo Territorial de la Universidad Austral de Chile (CER-Uach), Egon Montecinos, analizó los liderazgos que se han generado en torno a la pandemia y qué desafíos quedan planteados para las autoridades que deberían asumir en 2021 ante posibles emergencias similares. El académico, quien ha centrado sus investigaciones en temas relacionados con el desarrollo regional y además fue intendente en Los Ríos durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, expresó que es muy importante dejar en claro que una emergencia como esta no se había registrado en la actualidad y que se trata de una situación que "más se parece a una película o una serie de ciencia ficción, por lo que no se tienen las referencias para decir 'en otras situaciones se ha hecho tal o cual cosa' o evaluar tan prontamente si el manejo se está haciendo mal o bien".

Teniendo en cuenta eso, indicó que ha estado pendiente del trabajo que se está haciendo en Chile, pero también en países como Paraguay, Estados Unidos y Brasil. Expresó que ha visto que "entre las autoridades nacionales, regionales y locales comparten el diagnóstico: hay que tomar medidas, es una emergencia y la ciudadanía tiene que colaborar. Pero donde discrepan es en la oportunidad de las decisiones, es decir, qué tan rápido se toma una decisión de cuarentena, quién la propone, qué significa y quien la tiene que disponer. Eso ha provocado una tensión entre las autoridades nacionales y locales".

Montecinos agregó que en el caso de Chile, además, existe una distorsión, ya que ningún otro país posee una figura como la del intendente, quien es el representante del presidente en la región. En Los Ríos, por ejemplo, indicó que se han generado tensiones entre las autoridades de representación nacional y alcaldes como Aldo Pinuer, en La Unión; Rodrigo Valdivia, en Panguipulli e incluso el mismo Omar Sabat, en Valdivia. "La Encuesta Barómetro que realizamos el año pasado mostró que la gente reconoce a sus alcaldes y puede decir sus nombres. Sin embargo, no hay mucha gente que conozca a sus seremis, es más, con mucho esfuerzo reconocen a su intendente. Por lo tanto, cuando se provocan tensiones la ciudadanía, en general, tiende a solidarizar con sus alcaldes". Por lo mismo, dijo que no es bueno confrontarse con ellos. "Si entras en una pelea vas a perder porque tú eres una autoridad designada y el cariño democrático está con ellos. Aunque puedan equivocarse, la gente tenderá a solidarizar con los alcaldes", argumentó.

Para el académico esto muestra una crisis en el modelo de hacer gestión pública que en Chile ha estado presente desde los años '90. "Es vertical, de cuadro de mando y muy gerencialista. Esta crisis está demostrando que se requiere un liderazgo más horizontal, de cara a cara, de sentido común y solidaridad" .

Cambio de escenario

A mediados de 2021 deberían asumir los gobernadores regionales y los delegados presidenciales. Ante este cambio de escenario, Egon Montecinos, destacó que si una situación como esta ocurriera con esas dos nuevas figuras "el gobernador regional tendría un liderazgo similar al que ha asumido actualmente el alcalde Omar Sabat. Él ha jugado un rol regional porque además es presidente de la Asociación Regional de Municipalidades". Expresó que el gobernador regional estaría sugiriendo medidas y presionando al delegado presidencial, porque quien tendría la misión de coordinar a los servicios para la emergencia sería el delegado presidencial. "El gobernador regional va a tener la función de proteger a la ciudadanía planteando alternativas y garantizando o proponiendo recursos para financiar medidas de mitigación. Él tendrá una responsabilidad política y territorial con sus ciudadanos, no una burocrática, como tienen los actuales intendentes cuya responsabilidad está en hacer lo que indica el presidente o el ministerio, no lo que indica la ciudadanía", contó. El gobernador regional tendrá que hacer frente a las emergencias, pero no lo hará coordinándose con los servicios públicos, sino que promoviendo políticas públicas que puedan mitigar o resolver los temas que generan las crisis. En tanto que el delegado presidencial regional será quien convoque al Comité de Operaciones de Emergencia (COE), será quien se coordinará con el general, con el director de la Onemi, con los secretarios regionales ministeriales y estará en terreno.

"El gobernador regional será quien le dirá si una medida es insuficiente, se juntará con los alcaldes para plantear otro tipo de medidas. Ese será el escenario", dijo.

En cuanto a la eficiencia de esas coordinaciones explicó: "Puede que existan problemas de coordinación. No entre los servicios públicos y el delegado presidencial, porque es lo mismo que hay ahora. Esto puede ocurrir entre los servicios públicos y el gobernador regional, sumándole a los alcaldes. Es decir, habrá una necesidad más grande de hacer gobernanza, de articularse y hallar puntos de encuentro".

Montecinos indicó que a pesar de eso prefiere un modelo donde exista un gobernador regional, alcaldes, delegados y servicios. "En esta crisis se ha demostrado que mientras más presión le pones al gobierno pareciera que las decisiones van avanzando un poco más rápido. Si no existiera esta presión estaríamos una o dos semanas más atrasados. Por otro lado, prefiero líderes electos que defiendan a su territorio. Los intendentes actuales son representantes del gobierno frente al territorio, no del territorio frente al gobierno", declaró.