Personal de Salud
Hay diversas medidas que como país y región debemos tomar, pero me parece especialmente urgente hacernos cargo de la situación del personal de salud.
Diversas organizaciones sociales y gremiales de este sector vienen planteando la necesidad de destinar mayores recursos para proveer de los insumos sanitarios indispensables para que los profesionales y trabajadores de la salud puedan hacer su trabajo, junto con salvaguardar su propia salud y la de sus familias.
Los profesionales de la salud están en la primera línea de emergencia y en las últimas semanas han cancelado permisos y vacaciones para estar allí donde les necesitan, realizando todas las guardias necesarias para estar al servicio de su labor.
En este sentido, en los últimos días, nos han llegado testimonios sobre la falta de suficientes recursos, de equipos de protección individual para poder hacer su trabajo, como lo ha planteado la propia presidenta del Colegio de Enfermeras de Chile, lo que pone en riesgo su salud.
Esta es una situación que debemos abordar generando la inversión necesaria para poder mantener los niveles de atención que esta crisis requiere.
Por otro lado, este tipo de situaciones puntuales o que afectan a un territorio específico, no se lograrán abordar de buena manera, sino avanzamos a una regionalización de las decisiones y estrategias de trabajo. No es posible que ante el actual escenario cada decisión deba esperar la reacción centralista del Gobierno.
Se debe empoderar a las autoridades locales, alcaldes y quienes están en la administración regional, por estar en mejores condiciones para tomar decisiones estratégicas, pues conocen de cerca las particularidades del territorio y las necesidades especiales que éstos tienen.
Alfonso De Urresti Senador
Aprender a cuidarse
Creo que para aplanar la curva y evitar que los contagios de coronavirus se sigan multiplicando, hay que educar sobre los cuidados que se deben tener, mediante ilustraciones creativas por cadenas de televisión.
Me parece necesario mostrar, por ejemplo, las alternativas para desinfectarle las patas a las mascotas después del paseo.
También se debiera explicar que tenemos gestos involuntarios como llevarnos las manos a la boca, a la nariz y ojos y no nos damos cuenta en el momento.
Esas son nuestras caídas importantísimas, diarias y casi automáticas.
No sacamos nada con habernos lavado las manos hace 10 minutos si en el intertanto las contaminamos con acciones equivocadas, por desconocimiento.
No basta con saber, tenemos que crear los hábitos entre la ciudadanía y, aunque es tarde, es mejor que no hacerlo.
Miguel Paúl Latorre Ing Civil USM
Antes y durante el Covid 19
Antes del Covid19, nuestros comportamientos como seres humanos estaban abocados, centrados en tener, mucho más que en ser. Estábamos concentrados en nuestras tareas, en nuestros negocios en nuestro trabajo, que olvidamos hacer muchas cosas por los demás, en especial por nuestros seres queridos. Olvidamos decir "te quiero" con frecuencia, lo dejamos para después, olvidamos extender las manos para ayudarnos, olvidamos contener a los nuestros desde el corazón, todo lo dejamos para más tarde, otro día.
Utilizamos todos los espacios y los tiempos para tener sin darnos tregua, para ejercer el poder sobre otros más débiles, para reclamar, exigir, para desear tener más y mejores cosas que otros, sin pensar en el otro, restar importancia a las relaciones humanas, para rendir pleitesía al tener por tener.
Hoy, durante el coronavirus, queremos vernos, abrazarnos, besarnos mirarnos a la cara, tantos gestos de aprecio y amor que no podemos expresar físicamente, porque debemos cuidarnos, para evitar que el mal sea mayor.
Tal vez dentro de lo negativo del virus y sus efectos, hayamos aprendido a tomar conciencia, ojalá una mayoría. Que hayamos hecho de nuestro hogar un lugar de refugio, para aprender a vivir y convivir juntos, aceptar las diferencias de cada uno a respetar los tiempos de aprendizaje, que no son para todos iguales, a valorar el trabajo de otros, incluyendo el propio.
Hemos aprendido a usar la tecnología con fines positivos, para visualizarnos, para seguir avanzando en los aprendizajes formales, para llevar el trabajo a casa y no dejar la casa por el trabajo. Este ha sido el momento para desarrollar nuestras habilidades empáticas, para entendernos, querernos manifestar nuestras necesidades y aceptando la de los otros, para desarrollar la capacidad de tener fe, para creer en nosotros mismos como seres humanos valiosos. Sin darnos cuenta el efecto de este virus y su impacto nos está haciendo centrarnos en el ser mejores personas, respetuosas del otro por lo que el otro es, no por lo que tiene o deje de tener; ser capaces de adaptarnos con alegría y tesón; de darle a los nuestros lo mejor de nosotros, nuestra capacidad de amar, contener, aceptar. Por ello, nunca mejor el dicho "No hay mal que por bien no venga".
Gloria N. Mulsow G. Dra. en Psicología Directora Hampton College