Son momentos difíciles para Chile y el mundo, el Covid-19 ha obligado a que se tomen drásticas medidas sanitarias para evitar la propagación masiva de esta pandemia, y que llama a la población a permanecer en sus hogares producto de cuarentenas preventivas o obligatorias dependiendo del territorio. No obstante, los servicios básicos deben seguir funcionando, y entre ellos la cadena alimentaria es esencial.
Las autoridades han sido claras en que dicha cadena no decaerá y como gremio queremos tranquilizar a la población, ya que los agricultores están tomando todas las medidas sanitarias en sus campos, que permitan resguardar a sus trabajadores pero que no merme la producción de alimentos.
Sin duda que esta pandemia generará un impacto en la agricultura, pero su magnitud dependerá de lo extenso que sea la etapa crítica del Coronavirus, que las autoridades la han marcado en 12 semanas. Chile es un país con tradición agrícola con agricultores que por generaciones se han preocupado de abastecer al país de alimentos, por lo que tenemos la convicción de que existe seguridad alimentaria para unos cuantos meses. En nuestra región, la fruta ya está cosechada, las vacas deben continuar produciendo leche y se continuará sembrando, por lo que el impacto principal se verá en otros sectores económicos.
Sin embargo, esto pone en evidencia la importancia de tener un mínimo de alimentos asegurados para la población, por lo que debe existir una política de Estado que lo resguarde y un apoyo concreto a los agricultores, de todos los tamaños, para estas circunstancias, que les permitan realizar su cosecha y las labores rutinarias de producción con la mayor normalidad posible.
Hoy en día el Gobierno pone énfasis, a través de INDAP, en los agricultores más pequeños, pero solo producen una fracción de los alimentos. Hay que pensar en cómo asegurar que todos, chicos, medianos y grandes, puedan seguir produciendo y así asegurar la alimentación de nuestra población. En esta encrucijada en que estamos expuestos, salta a la vista la importancia y relevancia de asegurar, a través de políticas de Estado, la seguridad alimentaria. Lo que estamos viviendo es una señal clara para que a partir de ahora, autoridades actuales y las que en el futuro asumirán la conducción del país, no escatimen esfuerzos en pos de dar los estímulos para proteger la agricultura tradicional que produce el trigo, las papas, la leche, la carne , las verduras y las frutas que todos los chilenos necesitamos día a día.
Víctor Valentin
Presidente Saval FG