Egipto: misión abre tumbas intactas de casi 3.000 años
Equipo arqueológico español descubrió nuevos tesoros en el inagotable yacimiento de Oxirrinco, la ciudad dedicada a Osiris en la antigüedad. El hallazgo de ocho sepulcros y algunos restos en la necrópolis fue anunciado hace pocos días.
Desde abrir tumbas de casi 3.000 años hasta hallar tesoros arqueológicos "únicos", la misión de la Universidad de Barcelona en Oxirrinco, uno de los mayores yacimientos de Egipto y la tercera ciudad más grande en el período helenístico, no tiene nada que envidiarle a Indiana Jones y prueba de ello es su último descubrimiento.
Oxirrinco, a 160 kilómetros al sur de El Cairo y descubierta hace más de dos siglos, ha sido objeto frecuentemente de saqueo por parte de cazatesoros y es conocida porque los ingleses Bernard Grenfell y Arthur Hunt encontraron en ella 100.000 papiros a principios del siglo XX.
En el pasado se han hecho en Oxirrinco descubrimientos tan interesantes como la de una tumba saíta (664 a.C. hasta 525 a.C.) con once cámaras y un ajuar funerario de más de 800 piezas o una ofrenda de 50.000 peces "única" en Egipto, algunos de los cuales estaban "seudomomificados".
Sin embargo, Esther Pons, jefa junto a Maite Mascort de esta misión española de entre 13 y 15 miembros financiada por el Ministerio de Cultura español, destaca el último hallazgo, anunciado hace diez días por las autoridades egipcias.
"Este año hemos encontrado ocho tumbas, todas construidas con bloques de piedra blanca caliza. Seis de estas tumbas son de época saíta-persa, es decir desde el 664 a.C. hasta el 330 a.C., que es el momento en el que Alejandro Magno entra en Egipto y se produce un cambio importante a todos los niveles", explicó.
Las seis son de una sola cámara y presentan un tipo de construcción distinto al encontrado hasta ahora en el yacimiento, con techos planos o inclinados en vez de abovedados, y un tipo de enterramiento diferente, sin sarcófago.
Se trata de un hallazgo único en Oxirrinco, que demuestra un cambio al final de la época saíta en la forma de enterramiento y de construir las tumbas.
Las otras dos tumbas halladas pertenecen al periodo siguiente, el ptolemaico-romano o greco-romano.
Cuatro de las ocho tumbas tenían dentro un individuo momificado, a veces colocado sobre una plataforma de madera "mal conservada", y también aparecieron "muchos miles" de mostacillas de collar, así como figuritas funerarias.
Abriendo tumbas
Dos de las tumbas halladas este año no habían sido saqueadas y estaban selladas desde hacía casi 3.000 años, con el espacio justo para un muerto y cerradas con dos bloques grandes de piedra y mortero.
La arqueóloga explicó que, debido al reducido tamaño de las tumbas, el equipo tuvo que poner cajas y una madera encima, tumbarse sobre ellas e ir excavando "de los pies a la cabeza" del muerto para no dañarlo.
Siempre con guantes, mascarilla y "muchísimo cuidado", y utilizando bisturíes y pinceles minúsculos, iban quitando las cajas a medida que iban excavando. Cada experto estaba dentro durante no más de 20 minutos o media hora debido al reducido tamaño de las tumbas.
"Siempre había dos personas dentro, una en la puerta de la tumba y otra adentro, por si necesitaba algo, por si le pudiera pasar algo, por si le faltara aire", relató Pons.
Las piezas se guardan en un almacén de la misión, excepto las más importantes, que serán seleccionadas por responsables del Servicio de Antigüedades de Egipto para llevarlas a sus propios almacenes.
Ahora, con la construcción de nuevos museos como el Gran Museo Egipcio, que se espera abra sus puertas el año próximo, las autoridades están recogiendo material para llenar las futuras salas de exposición.
Misión arqueológica
Encontrar una joya histórica en la realidad puede no ser tan peligroso como lo pintan Allan Quatermain o Benjamin Gates, pero es sin duda complicado.
Para iniciar una excavación en el país de las pirámides hace falta contar primero con un equipo de arqueólogos, antropólogos y fotógrafos, que se irá ampliando y especializando a medida que se van realizando hallazgos, explica Pons.
Una vez que el proyecto es aprobado por el Servicio de Antigüedades de Egipto y la Policía local, se determina el periodo de excavación y el equipo decide por dónde empezar. Todo lo que se excava se va filmando y fotografiando no sólo para utilizarlo en el estudio posterior e investigación, sino porque, en palabras de Pons, cuando "levantas" algo eso es "irreversible" y nunca volverá a estar tal como fue hallado.
algunas de las tumbas halladas en oxirrinco, la ciudad de osiris.
kilómetros al sur de El Cairo, capital de Egipto, se ubica la ciudad de Oxirrinco, que en la época helenística llegó a ser la tercera más grande. Varias veces ha sido saqueada.
de las ocho tumbas que pudo abrir la misión contenían un individuo momificadas y dos de las tumbas no habían sido saqueadas y se encontraban con sus sellos originales.
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ministerio de turismo y antigüedades de egipto