La música transforma vidas
Cuando Erwin era un niño de los estratos bajos de Valdivia, en el Centro Integral Familia Niño, Cifan, le entregaron una viola. Aprendió rápido. Tenía talento musical. Integró la Orquesta Regional de Los Ríos. Viajó el año 2012 al Encuentro de Orquestas en las Ruinas de Huanchaca, Antofagasta. Vino a Santiago a tomar clases. Amaba su viola...
Sus vecinos traficaban pasta base. En la cárcel de Valdivia participó en el conjunto musical Sueños de Calle. Lo conocí cuando fuimos a entregar instrumentos para apoyar el programa de reinserción de este centro penitenciario. En la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles luchamos día a día, desde hace casi 20 años, por transformar vidas a través de la música. Sin embargo, no siempre lo logramos. Lamentablemente Erwin murió en un riña entre internos. Su trágica muerte nos demuestra que debemos seguir trabajando con mayor dedicación y fuerza para que esta historia tenga un final diferente.
Alejandra Kantor, Directora FOJI.
¿Y los otros?
Si bien las intenciones detrás del proyecto por el posnatal de emergencia pueden ser muy nobles, el proyecto planteado es regresivo, pues estaría asignando los escasos recursos que posee el país en financiar solo a algunas familias en desmedro de aquellas más vulnerables o con trabajos informales.
Recordemos que entre las mujeres asalariadas del primer quintil de ingresos sólo el 41% tiene contrato. Y de los 20 mil bebés que nacen en un mes, el posnatal sólo cubre aproximadamente a 7 mil. ¿Qué hacemos con los demás? Porque este proyecto no se hace cargo.
En este sentido, la propuesta del Ejecutivo, de integrar a la ley de Protección del Empleo a madres y padres que tengan bebés, daría más luces de inclusión hacia las familias más vulnerables. Se podrán discutir los matices del proyecto, pero una cosa es clara y es que los trabajadores informales no pueden quedar fuera.
Bárbara Haas
Crecimiento sostenible
Las medidas para enfrentar la crisis económica que acompaña a la crisis sanitaria comienza a tomarse la agenda y en la coyuntura actual no solo existe una oportunidad única de mejorar la forma de hacer las cosas en términos económicos, sino que también existe la obligación de pensar en aquellas generaciones futuras, al plantearse cuáles son los mecanismos que permitirán afrontar la emergencia.
El Estado es el organismo encargado de generar las condiciones para salir de la crisis y para ello hay que fomentar un crecimiento sostenible que priorice la integración de factores ambientales y sociales en su estructura. El sistema económico no puede desentenderse del impacto que generan las inversiones en la sociedad, el medio ambiente y el cambio climático, tanto a nivel local como global.
La salida de la crisis requiere recursos fiscales, pero no bastarán para ponernos de pie. El gobierno también debe dar espacio y prioridad en su tramitación a aquellos proyectos que además de generar empleo y rentabilidad económica, aporten a un desarrollo sostenible para el país actual y futuro.
Harold López, Académico U. de Chile.
Un poco de seriedad
No hay nada más alejado de la democracia que hoy el director del Registro Civil sale a desmentir públicamente las mentiras de Alejandra Matus. Una pena que el ministro Enrique Paris haya sido agredido en el Hospital San José. Una pena que ideologías añejas y obsoletas estén perjudicando el arduo trabajo que se está llevando por sacar adelante al país en medio de una pandemia.
Hoy necesitamos retomar la confianza en las instituciones, eso es claro. Sin embargo, comentarios y fake news como las que se han generado en la pandemia solo ayudan a crear desconfianzas y miedo en los chilenos.
Y es que algo del dicho queda, miente miente que algo queda, porque a pesar de todos los desmentidos que puedan existir, la duda está instalada y la inseguridad persiste.
Francisca Matamala T.
Competitividad global
Buenas noticias ha recibido esta semana nuestro país tras la publicación del Índice de Competitividad Global que mide principalmente cuatro áreas: desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia de los negocios e infraestructura, en base a ello se calcula la competitividad y posicionamiento en el ranking.
En el caso de Chile se alcanzó el lugar 38 recuperando cuatro posiciones respecto al año pasado, lo que a su vez le permite mantener la tendencia de los últimos años situándolo como el líder de América Latina, sin embargo, se debe tener en consideración que esta subida en el ranking se debe a la baja de otros países y no necesariamente a una mejora de los factores antes descritos, ello plantea un enorme desafío respecto a la próxima medición, principalmente con aquellos efectos que traiga consigo la pandemia del coronavirus.
Francisco Santibáñez S.