Kínder obligatorio
Después de casi dos años de tramitación, y con la importancia que tiene, aún existen parlamentarios que insisten en oponerse a materializar la ley de obligatoriedad del kínder. ¿Por qué se preguntarán? Porque en el fondo los intereses de los niños son menos importantes que los intereses políticos.
Y es que resulta insólito que sea hoy la oposición la que obstaculiza su materialización cuando se tiene a la vista la historia legislativa de este proyecto y el hecho de que ninguno de ellos haya siquiera presentado una indicación para mejorarlo.
El derecho a la educación y el acceso universal obligan al Estado a proveer educación para todos, pero no obliga a los padres a proveer dicha educación a sus hijos. La obligatoriedad es el mecanismo que tiene el Estado para garantizar que todos los niños desarrollen las habilidades propias de su edad.
El kínder obligatorio es sobre todo una medida de justicia social. Un simple hecho que, aunque parezca absurdo, hoy se les niegan una educación igualitaria a los niños de Chile desde su inicio.
Verónica Santana
Burocracia v/s urgencia
La opinión pública diversa y fragmentada tiene un consenso con el gobierno actual referente a que esta pandemia y la profunda crisis económica asociada, es uno de los retos más exigente que Chile ha debido enfrentar.
Uno, como simple ciudadano medianamente informado, esperaría soluciones novedosas, de la escala del gigantesco problema que tenemos y con un sentido de urgencia. En contraste con este deseo, en el área de la economía, vemos lo lento y a goteo, que llegan las ayudas estatales. La excusa de las autoridades es la burocracia centralista que ralentiza todo.
En mi opinión, este estilo burocrático de la gestión estatal es la característica fundamental del estado chileno que ya no sirve a los intereses de Chile. Siendo así, ya deberíamos empezar a pensar un nuevo tipo de estado y tirar a la basura el actual.
Al final del día, este actual estado es una mochila para alcanzar el desarrollo y hoy solo cumple las expectativas de los grupos de interés que lo capturan para su beneficio.
Nilo Zúñiga
Capacitar para educar
A pesar de que el llamado es a no salir de las casas y que los permisos y controles por la cuarentena están cada día más restrictivos, hemos visto hace algunas semanas cómo autoridades siguen insistiendo y haciendo un llamado a prepararse para la vuelta clases. Una posibilidad, que según creemos, es cada vez más lejana y que tampoco es del agrado de apoderados, por más que se mantengan todas las medidas de cuidado sanitario.
Si bien este último punto es fundamental para un retorno seguro, no es el único. Por ejemplo, en el caso de los educadores que están a cargo de guiar, enseñar y cuidar a los estudiantes, ¿basta con el uso de mascarillas, guantes y la mantención de uno o dos metros de distancia?
Para nosotros la respuesta es no. Hoy en día es necesario entregar todo tipo de cuidado, no sólo físico sino que también mental y emocional. ¿Pues cómo pueden educar, si no se encuentran bien?.
En este momento, más que nunca es importante contar con capacitaciones y guías que preparen a los equipos educativos para enfrentar momentos de crisis, a distancia y presenciales, que son totalmente nuevos para la población.
Desde que comenzó la pandemia los docentes han necesitado acompañamiento que les muestre cómo enfrentarse a los cambios y a contener no sólo a un alumno, sino que a una familia completa.
Alejandra Fuenzalida, Directora Ejecutiva United Way
Sexualidad y pandemia
El actual contexto por el coronavirus nos ha llevado a replantearnos algunas situaciones emocionales vitales y a conectarnos con esas inquietudes que teníamos abandonadas por la vorágine del día a día. Es así como muchos se cuestionan si están en el trabajo correcto, si les gusta su profesión y también sus relaciones de pareja, permitiendo analizar cómo están viviendo y expresando su sexualidad.
Si bien nos encontramos en una época difícil, se nos ha abierto una oportunidad para hacer un trabajo de conexión personal. En el caso de la mujeres- que muchas veces se ven postergadas y sobreexigidas por cumplir con las labores del hogar, el cuidado de los hijos y el teletrabajo- es importante que se den el minuto para conectarse consigo mismas, con su intimidad y el deseo sexual, ya que este no debe ser puesto en pausa por miedos o aprensiones que pueden surgir en un contexto de tanta inseguridad.
Así descubrirán que justamente en este período puede resultar muy gratificante contar con una experiencia de renovación y resignificación sexual, lo cual se puede encontrar acercándose a iniciativas como el coaching o terapias emocionales, que permitirán que la ansiedad y angustia no interfieran con el derecho a experimentar una sexualidad plena y positiva.
Paula González Collado