Una reactivación en el largo plazo
Resulta relevante considerar cómo algunas recomendaciones que se aplican al contexto mundial pueden tener especial impacto en nuestra región y todo el país.
Cada vez se escucha con más fuerza la necesidad de impulsar un intenso proceso de reactivación para hacer frente a las infaustas consecuencias de la pandemia por el covid-19. Un reciente informe de la prestigiosa consultora McKinsey da luces de algunos elementos que, necesariamente, deberían estar presentes en un plan de recuperación post-pandemia, en al menos cuatro áreas.
La primera tiene que ver con la necesidad lógica de impulsar las energías verdes, lo que se vincula con acelerar la inversión gubernamental y privada en el área e incentivar a las organizaciones productivas a mejorar la eficiencia energética.
Otro factor clave es la necesaria digitalización y sumarnos a la próxima ola tecnológica. Aquí cabe la aceleración del proceso tanto en el gobierno como el apoyo a las empresas en la adopción de nuevas tecnologías, especialmente asociadas a la inteligencia artificial. Otro tema fundamental del futuro, es la necesidad de mejorar las capacidades de la fuerza laboral, para mantener niveles de productividad en un periodo que estará marcado por una fuerte automatización.
Según el mencionado estudio de McKinsey, la automatización -asociada a la inteligencia artificial- impulsará una transición de gran escala en esta materia en los próximos años. De hecho, prevé que incluso considerando solamente las tecnologías y el conocimiento actuales, más de la mitad de las actuales ocupaciones tienen alrededor de un 30 por ciento de tareas que son perfectamente automatizables.
Un cuarto factor a tener en cuenta en este caso tiene que ver con la necesidad de aumentar la capacidad de resiliencia de las cadenas de suministro y la seguridad de los bienes esenciales.
En resumidas cuentas, los desafíos son múltiples y requieren, sin duda, que muchas cosas se hagan distinto. Poder avanzar en ellos requerirá sin duda de múltiples capacidades, pero especialmente de liderazgos políticos, económicos y sociales dispuestos a trabajar de forma articulada hacia un futuro distinto y mejor para la Región y el país.