El tesoro encontrado
Carlos - Velásquez - Sacerdote
Hoy, la liturgia continúa con las Parábolas del Reino de los Cielos, que aparecen en forma de discurso en el evangelio de Mateo (Mt 13). Las parábolas de hoy son la del tesoro escondido encontrado en un campo y la de las perlas finas que un negociante busca hasta encontrarlas. Ambas nos muestran el modo de pensar, de hacer y de elegir de Dios .
Estas parábolas son una experiencia de encuentro, ya que el cristianismo es por sobre todo una experiencia con Cristo. El mismo Cristo es el tesoro escondido en el campo, es decir, el encuentro se puede dar de muchas maneras, incluso sin proponérselo, se puede dar sin buscarlo. El Señor se nos hace el encontradizo en el camino de la vida. En esta parábola se da una paradoja, ya que el hombre que encuentra el tesoro, lo vuelve a esconder. ¿Por qué esta actitud? Es tan maravilloso y grande lo que ha encontrado, es tan significativo para su vida, que necesita tener un espacio y un tiempo de silencio. Necesita hacer suyo este tesoro encontrado, no es una actitud de egoísmo de no querer compartirlo con los demás, porque el amor no es nunca egoísta. Por definición es generoso, pero este tesoro que se ha encontrado, que es la Gracia y el Amor de Dios, debe ser asimilado, contemplado y puesto en oración. Es necesario darse este tiempo y luego vende todo lo que posee para comprar el campo del tesoro. Esto último significa que todo lo demás es relativizado en relación a este tesoro encontrado, al reino de Dios.
El comerciante de perlas preciosas, en cambio, es el que va en busca de las perlas, es decir existe una búsqueda. El Evangelio señala que se dedicaba a buscar una perla de gran valor y finalmente la encuentra. Cuantas personas buscan algo más grande en su vidas, un ideal que trascienda. Cuantas personas que buscan a Dios y que muchas veces no lo encuentran en medio de tantas oscuridades que ocultan la hermosa perla de gran valor que es Cristo mismo. Pidamos a Dios, para que aquellos que se esmeran en su búsqueda de trascendencia, puedan encontrar la perla de gran valor y los que caminan por el campo de su vida sin buscar nada especial, puedan hallar el tesoro escondido que Dios tiene reservado para ellos.