Venta de Pellet, la otra crisis invernal
La falta de stock de este producto, en Valdivia y en las comunas, ha añadido una preocupación más a cientos de familias. Ojalá se adopten medidas claras, por ejemplo, para fomentar que aserraderos y otras empresas de la madera se sumen a este rubro como productores.
Fuoco, Palazzetli, Andes, Ecomás, Traiguén son sólo algunas de las marcas que han debido aprender los consumidores valdivianos y de las comunas, a propósito del casi nulo stock de pellet que existe.
Ya hace algunos meses desde la región de Los Lagos llegaban informaciones con denuncias de organizaciones de consumidores por acumulación en algunos comercios, lo que repercutía en los compradores.
A esa altura en nuestra región el problema no era tan grave; sin embargo, la crisis mutó de la peor forma para los hogares que optaron por este tipo de calefacción limpia, comprando estufas y calderas o simplemente acogiéndose al sistema de recambio de calefactores que propusieron las autoridades.
En estos momentos no solamente hay quejas por las filas de clientes en las tiendas intentando comprar regalos por el Día del Niño, como ocurrió el último fin de semana, sino que hace varios días vemos imágenes similares en los lugares
en que se vende pellet, en bolsas de 15 y 18 kilos. Ni hablar de los precios y las cantidades, ya que los primeros han subido hasta un 25% y las segundas se redujeron a sólo tres o cinco sacos por persona.
Por lo mismo y tomando en cuenta que aún quedan varios meses fríos, vale la pena preguntarse: ¿Hay alguna medida clara que se haya adoptado para asegurar el suministro de pellet para las familias de Los Ríos? ¿Ha habido algún estímulo para que los empresarios madereros que tan mal lo están pasando puedan ampliar su giro y comenzar a producir este elemento que hoy en día es de primera necesidad?
Lamentablemente estas dos y tal vez muchas otras dudas queden sin una respuesta y la conclusión más rápida es que nadie pensó que podría ocurrir esto.
Lo malo es que la crisis sanitaria derivada del covid-19, ha trastocado una sinfín de aspectos de la vida y en el periodo posterior a que dejemos atrás la enfermedad, lo más probable es que continúen los efectos desagradable, entonces ojalá se adopten medidas claras y transparentes en torno a este negocio, de modo de evitar, si no ahora para el próximo invierno, que una de las regiones con mayor cantidad de madera disponible en todo el país, sufra por no saber de qué forma calefaccionarse sin afectar la calidad del aire.