Correo
Los "dieciocho" de antaño
Muchos de nosotros, con un saco de décadas al hombro, recordamos con nostalgia aquellos esperados y celebrados 18 de Septiembres, de los años 50. Épocas de pobreza y necesidades, con considerables desigualdades sociales; todo era escaso y carísimo, difícil de obtener.
Muchos de nosotros caminábamos descalzos, por las heladas calles y otros tantos mendigando. Sin embargo, a pesar de la adversidades económicas, eso sí, sin pandemias, creo que fueron los años más felices, que vivimos, para muchos de nosotros.
Siendo muy niño, recuerdo que el cumpleaños de la Patria era una fiesta, esperada por la ciudadanía, niños y niñas; festejo a la altura de las navidades o años nuevos.
Los pobladores más humildes pintaban el frontis de sus casas, enarbolando el pabellón nacional y era costumbre comprarse, para los mayores, una tenida llamada "dieciochera" y vestidos primaverales para las señoras y para nosotros un "pecos bill" o pantalón de mezclilla, una camisa cuadrillé y para las niñas un vestido nuevo y si alcanzaba, un par de zapatos.
En mi caso, recuerdo, recibí un par de zapatos nuevos, que atesoraba como "hueso de santo" debajo de mi catre, para esperar el "18". Ya iniciada la fiesta, todo el mundo salía a las calles a estrenar y mostrar las nuevas "pintas".
Desde la zonas rurales, llegaban familias a Valdivia, huasos y huasas,vest idos con sus mejores ropajes campesinos, para bailar y zapatear, todos en las antiguas "ramadas" del actual "Parque municipal", ignorando y sin importar, el barro y las torrenciales lluvias de la época.
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
Fiestas Patrias
Se nos acercan nuestras celebraciones de Fiestas Patrias y será muy distinto y muy diferente. La alegría y el jolgorio que siempre se demostraba en nuestro país, pasará a ser una conducta que nos cambiará nuestra actitud de festejar. Y debemos mantener el cuidado necesario para que estas festividades no se transformen en una irresponsabilidad que tengamos que lamentar posteriormente. Es cierto que todos hubiésemos deseado vivir algo diferente, pero también es cierto que debe prevalecer la salud de todos.
Ya todo pasará.
Ojalá la solidaridad entre nosotros no se pierda, porque todas las energías que guardemos, de seguro las vamos a necesitar cuando vuelva a ser todo como antes por ahora solo nos queda pensar en vivir como podamos unas felices Fiestas Patrias en nuestros hogares
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com
Sobre inclusión y diversidad
Mi nombre es Miguel Ángel Baldovino Fuentes, de profesión psicólogo. Soy una persona en situación de discapacidad visual. Me presento de este modo, dado mi interés en visibilizar un tema de particular interés en el ámbito social, cual es el de inclusión.
Hoy por hoy hay una serie de leyes que están dando cabida, por lo menos en el papel, a grupos históricamente excluidos, pero que no logran materializarse en la práctica. Se habla mucho de inclusión en la esfera pública, las personas dicen ser inclusivas. Siendo que para serlo hay que conocer los principios que sustentan dicho concepto. Considerar que la llamada Inclusión no es más ni menos que una denominación para una política pública que emerge en Inglaterra en la década de los noventa para personas históricamente excluidas (personas en situación de discapacidad, infractores de ley, personas en situación de calle, migrantes, mujeres).
En el caso de las personas en situación de discapacidad, se incorporan leyes en nuestro país que simientan las bases de lo que se ha llamado inclusión (ley 20422; Convención de los derechos de las personas en situación de discapacidad; ley 21015, por citar algunos cuerpos legales).
Se habla por tanto de inclusión, educativa, inclusión laboral, pero como no se conoce cómo funciona una persona, en situación de discapacidad, la incorporación en la escena nacional es lenta y requiere de voluntades más que de las capacidades que cada uno tiene como ser humano.
Por tanto, se requiere que las personas conozcan cuál es el tratamiento hacia la discapacidad, visibilizar las diferencias humanas, como aquello que nos constituye a todos como seres humanos (es una obviedad, pero no se toma conciencia) considerar que la tecnología está al servicio de personas en situación de discapacidad (de hecho le estoy escribiendo desde mi computador con lector de pantalla) y en tanto eso ocurre, dicha persona deja de serlo.
La ignorancia y desconocimiento frente a las personas en situación de discapacidad produce incertidumbre, estrés y miedo respecto de lo que no se conoce. En la medida en que uno vaya explicando estas cosas, capacitando a profesores respecto de las estrategias hacia la diversidad, misma cosa hacia gerentes de empresas respecto de principios como los de accesibilidad, diseño universal, gestión de la diversidad, tecnología y otros, las barreras no serían tales. En consecuencia, el camino es que justamente profesionales en situación de discapacidad muestren la ruta .
Miguel Ángel Baldovino Fuentes Psicólogo Uach. Diplomado en Inclusión Laboral PUC