Agradecen ayuda
Casi termina octubre, mes especialmente dedicado a recordar y valorar a las personas mayores que este año han debido soportar una dura prueba de vida, con la pandemia por coronavirus. En el caso de los hogares para adultos mayores, estas difíciles circunstancias han demandado grandes esfuerzos y recursos para proteger a nuestros residentes.
Respondiendo al llamado fraterno que nos inspira, nuestras tres instituciones, reconocidas por su trayectoria, se unieron de forma inédita para realizar durante el mes de agosto la gran CALLecta Mayor; ya no solo por nuestros residentes, sino por muchos más hermanos mayores desvalidos que necesitaran de nuestro apoyo. Nos transformamos así en "la voz de los sin voz" y respondieron al llamado más de 100 hogares sin fines de lucro, certificados por Senama, con más 5.500 residentes, en los rincones más insospechados, desde Arica a Puerto Natales.
Gracias a la generosidad de miles de compatriotas, esta gesta de unidad y solidaridad con los más necesitados dio positivos frutos, lo que nos permite por estos días iniciar la entrega de los aportes a todos los hogares de ancianos que voluntariamente se sumaron a la campaña. Un 60% de los casi 400 millones de pesos recaudados van a centros de regiones, muchos en sectores rurales, para los cuales estos dineros significan un avance hacia una mejor calidad de vida de las personas mayores. Las necesidades son múltiples y se han incrementado en más de un 30% con la emergencia sanitaria. Una vez más, agradecemos a todos los donantes quienes hicieron posible este esperanzador resultado. Dos grandes lecciones nos dejará esta pandemia: una es valorar aún más a nuestras personas mayores, con su inherente fragilidad y enormes capacidades; y la otra es que solamente juntos, con generosidad y compromiso, podremos entregarles la tranquilidad material y espiritual que ellos se merecen, como pieza fundamental de nuestra sociedad.
Edgardo Fuenzalida (Fund. Las Rosas) Francisco Velasco (S.Vicente de Paul) Sergio Parra (Conapran
Digitalización y reinvención
Una encuesta realizada por Mercer Marsh Beneficios centrada en la reinvención de los beneficios dentro de las compañías reveló que en Chile sólo un 23% de las empresas está pensando en realizar una transformación digital de aquí a futuro. Un porcentaje llamativo, sobre todo si nos ponemos a pensar en las necesidades del mercado y el escenario al que nos enfrentamos hoy en día. De todos modos, aunque esta cifra sea menor a lo esperado, seguimos estando sobre la media del 16% de la región.
Nos queda camino por recorrer en el país en este ámbito, existe espacio de desarrollo y un contexto que hace cada vez más evidente la necesidad de transformación. Desde nuestra visión, conociendo la importancia de mejorar la calidad de vida de las personas y el impacto positivo que esto tiene en los ambientes de trabajo y los resultados conseguidos, la invitación es a buscar una brújula que nos guíe, un propósito compartido que tenga siempre al ser humano en el centro.
Francisco Droguett Marketing e Innovación de Sodexo
El pan
En la década de los cincuenta, en la calle Carlos Anwandter, cerca de Avda. Alemania, había una vieja panadería, con grandes hornos alimentados a leña, donde los panificadores, con manos de expertos, utilizaban grandes paletas de maderas ,semejantes a remos, para ingresar los bollos a los hornos y retirarlos como pan cocido. Fabricaban todo tipo de panes, pero también, como en todas las panaderías valdivianas y para la economía del hogar, estas panaderías recibían amasijos de sus clientes, que éstos hacían en sus casas, para ser horneados en dichas fábricas.
Usualmente, esto de llevar la masa, se hacía en las mañanas, para retirar en la tarde del mismo día. Generalmente,como promedio y de acuerdo al peso de la masa, se cancelaba por kilos, de lo cual retornaban de tres a cuatro hogazas de pan (2 libras más o menos), bien cocidos, livianitos, con ese aroma ácido a levadura fermentada, doraditos y crocantes.
Para retirar, el riquísimo manjar de trigo bíblico, era disputa entre nosotros; sobraban los voluntarios, después de salir de clases y así poder pellizcar, en el camino, un pedacito a uno de los panes calientitos.
No recuerdo, que en casa, hayan cuestionado el vil desaparecimiento del bendito pan. ¿O era la costumbre?
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
¿Y un sorteo?
Un chileno o chilena independiente, sin recursos para hacer campaña y además desconocidos, pero que quieran estar en la constituyente deberán superar varias barreras de entrada.
Considerando esas enormes trabas y que se espera que la constituyente se conforme mayormente de ciudadanos independientes, quizás sería bueno recordar que como decía Montesquieu "El sorteo es una manera de elegir que no ofende a nadie; le deja a todo ciudadano la esperanza legítima de servir a su patria."
Jorge Gómez Arismendi jorgegomezarismendi@gmail.com