Si bien nuestro sistema penal ha brindado justicia oportuna con debido proceso en la mayoría de los casos, también ha develado procedimientos y prácticas, que es necesario enmendar en tanto pueden significar cárcel para personas inocentes. Desde una mirada crítica, inspirada en el respeto a los derechos humanos y la experiencia norteamericana, la Defensoría creó el Proyecto Inocentes, única iniciativa de este tipo en el país y que busca corregir malas prácticas, errores y abogar por iniciativas tendientes a evitar que inocentes sean encarcelados. El Proyecto Inocentes también busca difundir la inocencia de estas personas a objeto de reparar su honra social, aportar a la recuperación frente al tremendo daño emocional y desdibujar el estigma que han sufrido en medios de comunicación, redes sociales y en su entorno, luego de verse asociadas indebidamente a hechos delictuales, algunos de muy grave connotación.
En proyectoinocentes.cl están los relatos, procesales y de vida, de inocentes que estuvieron en prisión preventiva o que sus detenciones fueron ampliadas injustificadamente y cuyas causas terminaron en facultad de no perseverar de Fiscalía, sobreseimiento definitivo y absoluciones con prueba exculpatoria.
En lo operacional, busca evidenciar y abrir el debate acerca de métodos de reconocimiento o interrogatorio, acceso a pruebas de ADN, preservación de evidencia y reparaciones e indemnizaciones a personas injustamente encarceladas por el Estado. En el ejercicio de derechos civiles, el Proyecto Inocentes se ha configurado como un lugar de reconocimiento permanente y público de inocencia.
En Valdivia, la vida y los proyectos de Elizabeth Mendoza y Luis Ojeda dieron un vuelco dramático al ser detenidos una noche de septiembre del 2015, imputados de un robo con intimidación en una botillería de la ciudad. Estuvieron dos meses en prisión preventiva y un año con arresto domiciliario parcial. Solo dos años más tarde fueron sobreseídos por inocencia.
Mejorar el funcionamiento y las actuaciones de todos los intervinientes, incluida la Defensoría, legitiman nuestro sistema penal. Ante el riesgo de autocomplacencia y el clamor inmediato de cárcel, la invitación es a visitar estas historias de inocentes.
Luis Soto Pozo Defensor Regional de Los Ríos