El próximo 14 de diciembre, a las 13:03 horas, la oscuridad total cubrirá gran parte de La Araucanía y la zona norte de Los Ríos. Será un eclipse de sol, que solamente durará 2 minutos 30 segundos; pero marcará un momento único, pues nada similar será visible en esta zona del planeta, hasta 2048.

Este tipo de fenómeno astronómico se produce cuando la luna se cruza frente a la luz del sol y proyecta su sombra en la Tierra, haciendo que sea "de noche" por un corto rato. En promedio se registra dos de ellos cada año en distintos lugares; pero según datos de la Nasa, en 1935 hubo cinco, algo que sólo se podría volver a ver en 2206.

Claro que Chile tiene ahora el privilegio histórico de asistir a dos de ellos seguidos. El anterior fue en julio de 2019, visible en Coquimbo al 100% y en Valdivia a menos del 70%. Ahora, será total en Mariquina, Lanco y Panguipulli (zona de umbra), mientras que la capital regional marcará 90% de cobertura.

En condiciones normales esta representaría una gran oportunidad para recibir turistas y mostrar los atractivos de la zona. De hecho, hasta existió un proyecto para declarar feriado local ese día, por las expectativas de reunión masiva que había. También se hablaba de ingresos por 80 millones de dólares en alojamientos, recorridos y captación de visitantes que se mantuvieran más días en los alrededores. Pero -coronavirus mediante- el escenario es hoy otro muy diferente.

A un mes del evento, las condiciones sanitarias obligan a limitar ingresos, tomar precauciones, preparar espacios adecuados y capacitar personas para recibir un flujo de visitantes de manera ordenada y segura. De lo contrario, los riesgos de contagio podrían multiplicarse y habrá cero cuentas alegres para incluir en el balance. Tomar conciencia de ello es necesario.

Afortunadamente las autoridades de Ciencia, Educación Sernatur, gobierno regional y municipios trabajan coordinadamente, preocupándose de este desafío y también de la importante arista educativa y formativa que tiene. Desde ella y con material adecuado, la proyección en el tiempo puede ser mayor. Quizás se vea menos ganancias inmediatas; pero con una actitud adecuada, llegarán muchas en largo plazo.

A nueve meses del inicio en Chile, esta pandemia nos ha mostrado los dientes con enorme rigor y crudeza. Se constata una desigualdad entre ciudadanos mayor de lo supuesto; una enorme brecha digital entre ricos y pobres superior a lo que algunos estimaban, así como la expresión descarnada de la alta precariedad del empleo informal o con débil apego a las normas vigentes, o de la falta de instrumentos para sujetar a miles de Mipymes que se debaten entre la subsistencia o la franca desaparición; entre otros problemas estructurales de nuestra organización económica y social. En este contexto, no solo hemos visto rostros tristes entre los vulnerables de nuestra sociedad, sino que también en una "clase media" que se empobrece y ve como su emprendimiento, empleo o bienes se les escapan de las manos. Por eso, desde el Parlamento, una y otra vez hemos insistido al Gobierno sobre la necesidad de entregar ayudas más contundentes, oportunas y de transferencia directa a familias que requieren con urgencia de un apoyo eficaz para que puedan defender la salud y el patrimonio familiar. Por ello, si bien siempre expresé que no debiesen tocarse los ahorros previsionales; ante la tardanza, ineficiencia, o las múltiples complejidades de las medidas gubernamentales, el retiro voluntario del 10% de los ahorros de las AFP's ha sido para miles de familias a lo largo del país un oportuno salvavidas económico y no como se señalado irónicamente por algunas autoridades, que solo comprarían "tv de plasma" u otros bienes superfluos. La gran mayoría lo utilizó para pagar deudas que los agobiaban, o en comprar comida, o en guardarlo como ahorro de fácil disposición para lo "que venga más adelante". Así lo entendimos desde el principio y por esa razón propusimos desde la oposición la Reforma Constitucional que permitiese dicho retiro excepcional por parte de sus propietarios.

Ello permitió tramitar el primer retiro voluntario de fondos desde las AFP y un segundo 10% en trámite. Cuestión que es diferente y más compleja en el caso de pensiones Vitalicias a través de Seguros.

Ahora, cuando son las regiones las que sufren mayores cifras de contagios y hospitalización, es cuando el Gobierno central y regional deben preparar una nueva estrategia de contención y respuestas que estén más a la altura de lo que sabemos que vendrá con más fuerza y crudeza, esto es, una segunda ola producto de las actividades veraniega. El llamado es también para el Gore Los Ríos.

Iván Flores García Diputado