Prevención del abuso infantil
En Chile, un 9% de los menores de edad ha sufrido algún tipo de agresión sexual. Y por cada caso denunciado, otros 24 se callan. Los delitos tienen un marcado sello de violencia de género, pues la mayoría de las víctimas son niñas. Este año en la región ya suman 58, con edades que van entre 0 y 17 años.
Hasta octubre de este año, 65 menores de edad han sufrido abusos sexuales en la región de Los Ríos. En todo el año pasado fueron 112, de acuerdo a datos publicados por la subsecretaría de Prevención del Delito.
Esas cifras son preocupantes y en ellas hay también -lamentablemente- un marcado sello de violencia de género, pues la mayoría de las víctimas son niñas. En 2019 hubo 52 afectadas con menos de 14 años de edad, y 40 que tenían entre 14 y 17 años. En 2020 ya se cuentan 26 pequeñas de 0 a 14 años y 32 adolescentes con menos de 17.
Los varones son significativamente menos (2 este año en esos tramos, por ejemplo); pero llama la atención que el año anterior hubo 19 niños menores de 14 años de edad abusados. También un dato alarmante.
De acuerdo a los mismos informes (cead.spd.gov.cl) los victimarios son principalmente hombres, concentrándose los más denunciados en el rango entre 45 y 65 años de edad. A ello hay que agregar otro dato, recogido en diferentes estudios: un 88% de los agresores pertenece al entorno cercano a los niños y niñas agredidos (familia, escuela, iglesia, clubes, amigos); el daño que causan a menudo es reiterado y además ejercen un poder que implica silencio y miedo permanente.
Mirar esta realidad duele y alerta. Pero es necesario hacerlo, para ayudar a evitar, sacar a la luz y colaborar con la justicia para frenar a estos delitos, que en Chile afectan al 9% del total de menores de edad. Hacia esos objetivos apunta, precisamente, la conmemoración del Día Internacional de la Prevención del Abuso Sexual Infantil, que se recuerda cada 19 de noviembre por recomendación de la Unicef (Naciones Unidas para la Infancia) y que permite visibilizar situaciones que marcan dolorosamente la vida de quienes las padecen y que tienen repercusiones hasta la adultez. Se sabe que las personas pueden tardar más de siete años en procesar lo ocurrido y atreverse a hablar de ello. También, que pocos lo logran. En Chile, las estadísticas indican que por cada denuncia recibida hay otras 24 que jamás llegan a conocerse. Por ello, los índices regionales mencionados deben observarse con atención. Atrás de ellos hay cifras negras, que a nadie debieran dejar indiferente.