Los secretos de una casa centenaria transformada
El inmueble, construido a fines del Siglo XIX, está ubicado en la calle General Lagos, decretada Zona Típica por su alto valor patrimonial. En noviembre de 1990 comenzó a funcionar como uno de los principales centros para el arte en Valdivia.
en un centro cultural
Valdivia. Viernes 17 de noviembre de 1990. Son las 18:30 horas y la casa de calle Yungay N° 733 abre sus puertas nuevamente. Esta vez no es para recibir a las distintas familias que la han habitado desde fines del Siglo XIX, sino para acoger a quienes están invitados a una ceremonia con significado histórico.
Parlamentarios, autoridades académicas y del mundo empresarial están en el lugar. En las paredes de los salones cuelgan fotografías y láminas informativas de la exposición "Patrimonio histórico y arquitectónico de Valdivia", mientras el padre Gabriel Guarda O.S.B., micrófono en mano, explica las razones del evento.
A él y a sus colegas arquitectos Sofía Sanfuentes y Juan Francisco Ossa, se les había encomendado la misión de rescatar el inmueble ahora propiedad de Sociedad Periodística Araucanía. Así, la casa dejó de tener orientación doméstica y se transformó en el Centro Cultural El Austral inaugurado aquel viernes de hace tres décadas.
Viaje al pasado
El inmueble de 775 metros cuadrados data de entre 1870 y 1890. Lo construyó Alberto Thater en un terreno de aproximadamente dos mil metros cuadrados.
Pablo Hoffmann Manchhausen, hijo de los colonos Carlos y Amelia, había llegado a Valdivia en 1851 y se transformó en el primer propietario de la obra levantada por su suegro. La casa contaba con muebles adquiridos en Europa y era clara señal de la condición socio económica de quien era considerado un prominente industrial.
El historiador Fabián Almonacid, académico de la Universidad Austral de Chile, lo describe en su libro "La industria valdiviana en su apogeo" (1870-1914): "...es un burgués o un capitalista que transita por todos aquellos negocios de rentabilidad atrayente, ya sea la industria, el comercio, la agricultura, el transporte o los servicios".
Con el paso de los años, Pablo le dejó la casa a su hija Gertrudis; y ella hizo lo mismo con su hijo Ernesto Martens Hoffmann, quien finalmente la vendió a Claus Reppich. Tras ser adquirida por la Sociedad Periodística Araucanía, se opta por conservar el apellido de los propietarios históricos, perpetuándose con ello el legado de una familia que en distintas generaciones vivió en el lugar.
La casa limita al poniente con el río Valdivia. Tiene dos pisos, un torreón techado a cuatro aguas y está articulada entorno a un eje central alrededor del cual hay grandes salones. Originalmente eran cocina, comedor y estar; pero se unificaron con el propósito de servir como galería de arte con el trabajo de Guarda, Sanfuentes y Ossa. Ellos, en el rescate de 1990, se encargaron además del mobiliario y la ornamentación general con guiños al estilo que de seguro fue el sello de los Hoffmann en su momento.
Actualmente El Austral cuenta con una oficina que han ocupado las administradoras y gestoras culturales Anita Acuña, Tanya Wagemann y Carolina Schwerter. En el primer nivel están los salones Clara Werkmeister y Pineda Bascuñán para exposiciones de arte, conciertos y eventos culturales en general.
Se trata de espacios de recorrido abierto, no así por ejemplo el salón Guillermo Frick, desde el cual se puede apreciar al río y que está engalanada con papel pintado francés y muebles de la primera
"Mi hipótesis es que esa casa fue construida al regresar Pablo Hoffmann de Limache, donde había estado dedicado al negocio cervecero. En 1890 vuelve a Valdivia, a hacerse cargo de los negocios de su suegro, con el que forma una sociedad".
Fabián Almonacid, Historiador, académico Uach
"El Centro Cultural El Austral es precisamente una institución relevante para la ciudad y Los Ríos, porque está planteado como un espacio abierto a distintas disciplinas artísticas; y en forma paralela realiza un trabajo de resguardo de colecciones no menor".
Marcelo Godoy, Pdte. Red de Museos Los Ríos