Los que están en cuarto medio
La generación que egresa de Enseñanza Media este año se enfrenta a desafíos que marcarán su vida. Uno de ellos es la primera Prueba de Transición. También les marcará al plantearse ante la educación superior, desafiando a las instituciones con la tecnología, los servicios y las formas de enseñar.
Egresar de cuarto año de Enseñanza Media (EM) es un hito en Chile. Uno importante en la vida de las personas, por el cual se esfuerzan familias y jóvenes. Por ello, un 88% de la población del país lo completa, cifra por sobre el promedio de los vecinos del continente (Argentina tiene un 59%), de la Unión Europea (86%) y de la Ocde (85%), con los cuales siempre se compara el rendimiento nacional.
Claro que esos logros son recientes y corresponden a un promedio. En 2015 un estudio del ministerio de Educación hablaba de sólo de un 50% de escolaridad completa y en Los Ríos, datos de 2017, señalan que el promedio de asistencia al colegio de la población es de 10,1 años, aunque lo obligatorio sea 12 .
Se ha avanzado en corto tiempo y eso es signo de la valoración del logro. En tal contexto es que preocupa lo sucedido con la "Generación 2020", aquellos jóvenes que deben licenciarse de EM este diciembre y llegar a una meta socialmente valorada, en un contexto totalmente nuevo.
La pandemia ha traído cambios grandes para ellos: estudiar a distancia y prepararse de ese modo para ser los primeros en rendir la Prueba de Transición, que reemplaza a la antigua PSU como instrumento para ingresar a la universidad. Además, someterse a esas evaluaciones con máximas medidas sanitarias; factores que sumarán nerviosismo al proceso.
Por otra parte los tradicionales "ritos de pasaje" que corresponden al fin de esta etapa escolar no estarán para ellos. Licenciaturas, giras de estudio, fiestas de gala con sus familias, últimas reuniones con los compañeros y compañeras, se les presentarán muy distintos a lo habitual. Considerar estas variables es necesario hoy para que el entorno familiar y social de los jóvenes en esta posición.
Nada es fácil para ellos, necesitan comprensión y contención, además de atención especial a la impronta que les marcará al plantearse ante la educación superior, desafiando a las universidades y centros de formación técnica con la tecnología, los servicios y las formas de enseñar. En la región son 4 mil 836 los jóvenes en esta posición y serán protagonistas de un cambio que hará historia.