"Cuando se trajo a Chile la vacuna de la polio, tuvieron que confiscar camiones de helados"
PANDEMIA. El doctor en Biología habla de los desafíos del coronavirus y de la etapa monumental que viene con la vacuna.
Hace ya varios años que Gabriel León dejó los laboratorios y los experimentos para dedicarse a la divulgación científica. Por eso hoy se presenta con este rótulo antes que como bioquímico o como doctor en Ciencias Biológicas o doctor en Biología Celular y Molecular.
Es autor de varios libros que han intentado acercar la ciencia al ciudadano común, especialmente los niños. Los títulos lo dicen todo: "¿Por qué los perros mueven la cola? Y Otras preguntas que hago a veces", "¿Por qué me sigue la Luna?", "¿Qué son los mocos?" y "Ciencia Pop". Su última publicación, "Pandemia", obviamente se refiere al covid-19, pero también a las otras enfermedades que ha enfrentado la humanidad y cómo el hombre las ha enfrentado.
-¿Cómo será recordada esta pandemia?
-Como un desafío social y científico enorme que generó varios hitos importantes. Ya comenzó en Inglaterra la vacunación y eso es algo impresionante. Esta enfermedad se anunció oficialmente el 31 de enero. Las autoridades chinas informaron a la OMS en diciembre de 2019 y a los pocos días, a la semana, el virus ya estaba secuenciado. En febrero, Moderna ya tenía una vacuna candidata para empezar los ensayos en un laboratorio. Desde el punto de vista científico, hay un desafío gigantesco que tiene que ver con cómo la comunidad científica colaborando logra introducir una vacuna en un tiempo tan corto. Al mismo tiempo, será recordada como un desafío social y va a ser probablemente también el inicio de un cambio ojalá en el modelo de desarrollo y en la forma en que se produce. Podría terminar siendo la última señal de alerta, porque el alza global de la temperatura, el descongelamiento del hielo en las zonas árticas y antárticas, la secuencia de eventos climáticos extremos, tal vez no lograron generar el impacto social que generó este virus. Podría convertirse en un momento pivote en la historia de la humanidad. Yo creo que la épica de la historia va a ser bien interesante proyectándose hacia el futuro.
-Hoy el ciudadano confía cada vez menos, pero hoy debe confiar en que la ciencia encuentre una solución. ¿Ganó la ciencia?
-Sí, puede servir para eso. En España hay mucha gente que no quiere aplicarse la vacuna hasta no estar segura de que no habrá efectos secundarios adversos. Esa idea esconde el desconocimiento de cómo funcionan las cosas y es interesante, porque nunca antes en la historia una cantidad de gente tan grande estuvo pendiente de un ensayo clínico. Hay muchas cosas que damos por sentadas y no tenemos idea de cómo se hace y nadie necesita saber cómo se produce la leche para tomarla. Lo mismo pasa con las vacunas o los medicamentos, cuando uno entiende lo complejo que es generar un fármaco para cualquier dolencia, una tableta, una pastilla. Acá hay invertidos años de investigación, de muchos ensayos clínicos para que finalmente yo pueda tomarla en mi casa y pueda disfrutar de los beneficios que tiene para mi salud un tratamiento farmacológico. La desconfianza va a seguir de gente que piensa que a las grandes compañías farmacéuticas les conviene hacer medicamentos mas o menos no más, o que se retrasa a propósito el descubrimiento de alguno para el beneficio de alguien. Pero este tipo de cosas nos muestran que se trata de procesos súper complejos. Lo que estamos viendo hoy es extraordinario. En el mismo año en que se anuncia una enfermedad, tener la cura, es un hecho histórico.
-¿Y por qué con el coronavirus se pudo hacer tan rápido y con otras, como el sida, todavía no hay cura?
-Hay dos factores críticos. Uno es el avance de la ciencia. La del 2020 no es la misma ciencia que la del 83, cuando se descubrió el virus del sida. Antes, secuenciar cualquier cosa era un proceso larguísimo. Hoy puedes secuenciar un genoma completo en un día. Pero es solo un componente. ¿Qué pasa con el sida? No todas las enfermedades son iguales. Por ejemplo, todos los años nos tenemos que vacunar contra la influenza y la efectividad de esa vacuna ronda el 45%. ¿Por qué ocurre esto? Porque existen muchos virus que son capaces de producir esa enfermedad y hay mecanismos que hacen que ese genoma cambie y se diversifique cada año, entonces es imposible generar una vacuna universal. Es un desafío científico mayor. El virus del sida infecta las células del sistema inmune que son las que tienen que defendernos y que son las que responden a una vacuna. Ahí hay un problema. El segundo es que es un retrovirus, por lo tanto, su genoma se incorpora al nuestro, vale decir, transforma el genoma e incorpora esa información genética. No es llegar y quitarlo, queda una cicatriz genética en nuestras células, y además produce una serie de mutaciones, varía mucho. Todo eso hace que sea muy difícil desde el punto de vista biológico tener condiciones que permitan generar una vacuna. Este virus en particular es más sencillo que el virus de la influenza o del sida, en términos de su composición genética. Desde el punto de vista biológico es un virus que sí es posible encontrarle una vacuna.
-La pandemia nos ha obligado a entender que estamos conectados con otros, incluyendo países.
-Considerando la cantidad de viajes en avión que hay, las fronteras no existen. Ocurre también con el dióxido de carbono: India, China y EE.UU. son los productores más grandes del mundo, no lo mantienen dentro de sus fronteras, lo comparten en todo el mundo, porque no hay frontera en la atmósfera. Con los virus pasa lo mismo. La vigilancia internacional, el monitoreo constante, es parte del desafío más grande que tenemos como sociedad global. Hay que tener un sistema muy bien financiado y altamente eficiente de monitoreo. Eso hemos aprendido. No me cabe duda de que va a ser un tema relevante: cómo controlar pandemias en un mundo conectado.
-Ahora viene el desafío logístico de la vacunación.
-Un médico jubilado me contó una historia en un simposio de vacunas. Cuando se trajo a Chile la de la polio, en los 60, uno de los problemas que enfrentaron es que no había suficientes camiones frigoríficos para mantener la cadena de frío de la vacuna. Tuvieron que recurrir a lo único que tenían preparado que eran los camiones de helados y tuvieron que confiscarlos, no los pidieron prestados.
-La cadena de frío es el principal desafío para las vacunas ahora.
-La Moderna y Pfizer, por su naturaleza, tienen que mantenerse a 70 grados bajo cero. Eso no es fácil de conseguir, pero sí con hielo seco, que es el CO2 en estado sólido, y que a 70 grados bajo a cero tiene su punto de sublimación. Pero ya hay problemas en algunos países, porque requieren más de ese hielo seco del que podrían producir, y los ultrafreezer, que pueden mantener temperaturas más bajas, hay varios en Chile, pero están en los laboratorios de investigación, llenos de muestras, reactivos y de todo, dependiendo del área de investigación. No es cosa de desocuparlos, pero no me cabe dudas de que se van a tomar acciones para liberar espacio para mantener la vacuna. Va a ser un desafío de logística mantener la cadena de frío para que la vacuna esté íntegra y disponible.
-Hay preocupación por la seguridad de la vacuna.
-Pasó en Brasil hace un par de años: una banda de narcos asaltó un centro de salud y se robaron la vacuna de la influenza y llevaron a una enfermera a vacunar a toda la favela. Salió un artículo que comentaban que preocupa a muchas autoridades que la gente con dinero intente saltarse la fila pagando por la vacuna y que el dinero se transforme en un factor relevante. Vamos a ser testigos de seguro de lo mejor y de lo peor de la naturaleza humana. Hay que mantener la calma. La vacunación va a durar seis meses, un año. Brasil va a fabricar sus propias vacunas, la licenció, pero nosotros dependemos de importar. ¿Te acuerdas al principio que cuando los países compraban los ventiladores mecánicos hubo una parte que los confiscaban en los aeropuertos? Es muy probable que veamos cosas de esa naturaleza. La parte de diseñar la vacuna era relativamente sencilla; fabricarla y probarla, muy complejo. La logística para aplicarla es monumental.
"El alza global de la temperatura, el descongelamiento del hielo, la secuencia de eventos climáticos extremos, tal vez no lograron generar el impacto social que generó este virus". "En Brasil hace unos años, una banda de narcos asaltó un centro de salud y se robaron la vacuna de la influenza y llevaron a una enfermera a vacunar a toda la favela".