Desarrollo y brechas de género
Informe internacional deja a Chile como líder entre países latinoamericanos; pero evidencia desigualdades para superar. Los estudios generan evidencia cuantitativa de la realidad y esa información debiera orientar decisiones. En este caso, para bajar desigualdades.
Buenos resultados frente a Latinoamérica, obtuvo Chile en el último Informe Global 2020, publicado hace pocos días por el Programa se Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En el IDH (Índice de Desarrollo Humano), que considera variables como salud, educación e ingresos, además de cuidado del medioambiente; el país obtuvo 0,851, en una escala de cero a uno, quedando en el primer puesto continental y en el 43 del ranking a nivel mundial, entre 189 naciones.
Sin embargo, ese mismo indicador baja a 0,70 y al lugar 54, cuando se observa también la Desigualdad en las mismas materias y en género en particular. En este último punto es necesario detenerse, pues es el marcador de mayor brecha. En esa área se desciende al lugar 62 de la tabla, revelando que el IDH para mujeres es de 0.828, mientras que para los hombres es 0.860. Bajo frente a las otras marcas nacionales.
Para llegar a esas cifras se dimensiona el acceso a la salud reproductiva ( mortalidad materna y la tasa de embarazo adolescente); el empoderamiento femenino (acceso a educación secundaria y superior; cantidad de mujeres en el Congreso) y también la actividad económica, según tasa de participación laboral.
Actualmente la cantidad de mujeres chilenas en la fuerza laboral es de 49,2%, mientras que en el resto de América es 55% y entre los países de la OCDE llega a 62%. Además otras brechas están en menores salarios (casi 200 mil pesos de diferencia) , mayor pobreza (12,8%), escaso acceso a ingresos propios (76%), informalidad en el trabajo (34%) y desempleo, que llega a 12,1% (sernameg.cl)
En Los Ríos la participación laboral femenina alcanza al 40,2% (ine.cl) , frente al 48,6% de los hombres; aunque la informalidad (trabajo sin contrato, ni seguridad social), ha crecido más entre los varones (33,4% frente a 36,8%) durante la crisis sanitaria.
Por otra parte se calcula que, estos meses de confinamiento, el 76,2% de todas las horas del cuidado no remunerado corresponde a mujeres (datos de la OEA).
Los números son reflejos de realidades humanas y debieran orientar decisiones políticas. En este caso, disminuir disparidades se evidencia como prioridad.