"Como coalición, hemos ido perdiendo la épica que teníamos cuando la fundamos"
Dice que la expectativa ciudadana es más que empleo y crecimiento, que la elección presidencial está abierta y "puede ganar cualquiera", y dice que Republicanos, el partido de José Antonio Kast, "no quiere" participar de la alianza de centroderecha.
Ciento cuarenta y dos días alcanzó a ejercer Mario Desbordes como ministro de Defensa. Cuatro meses y medio de un paréntesis en el que dejó su cupo como parlamentario por el Distrito 8 y su puesto como presidente de Renovación Nacional para perderse públicamente entre oficinas gubernamentales, cuarteles y oficinas de las Fuerzas Armadas. El jueves 17 de diciembre decidió dar un paso atrás y volver a la escena política como presidenciable de ChileVamos, aunque no se arrepiente de haber aceptado integrarse al gabinete de Sebastián Piñera.
Ha dicho que, aunque está disponible para ser candidato de su sector, lo realmente importante se juega en las elecciones del 11 de abril, cuando se elijan los miembros de la Convención Constitucional.
-¿Qué le dejó su corto paso por el ministerio de Defensa?
-Lo primero, una experiencia muy bonita. Era un cargo soñado, un trabajo intenso, estrecho, con las Fuerzas Armadas, con las mujeres y hombres desplegados en todo Chile ayudando al país a salir de la pandemia. Y eso lo valoro mucho. Me quedo con el aprecio que me lo han transmitido bastante porque trabajamos mucho codo a codo. Cumplimos algunas tareas, como era la de colaborar en lo que se venía, que no se sabía cómo iba a ser, que era el aniversario del 18 de octubre. El Plebiscito también, que no estaba claro qué iba a pasar.
-¿Cuánto tiempo estuvo pensando su salida?
-Cuando entré al ministerio yo cerré el tema electoral para mí. Estaba subiendo en las encuestas. Me estaba yendo muy bien y entrar al ministerio significaba entrar en otra dinámica distinta de la electoral. Recorrí muchas regiones donde no hice ninguna actividad pública, no fui a terreno fuera de los cuarteles. Por lo tanto, había dado vuelta la página del tema electoral. Pero ya había conversado harto con el Presidente y con mi partido y la coalición, y creo que es necesario que todos los que podamos aportar en lo que viene estemos a disposición en el lugar donde más sirvamos. En este caso creo que, desde la coalición, del partido, podemos ayudar y por lo tanto el paso no fue fácil. Fue con sentimientos encontrados, porque el cargo es realmente lindo y me sentía muy conforme como ministro de Defensa. Pero creo que era el paso necesario dadas las circunstancias que está viviendo el país y los desafíos que enfrentamos el próximo año.
-¿Cuáles son esas circunstancias?
-Tenemos un país que todavía no sale 100% de esta crisis que se inicia en octubre, pero que tiene raíces profundas en una serie de cosas que se fueron quedando atrás: desigualdades, abusos. Es un país que ha avanzado mucho, hay que partir de esa base. No soy de aquellos que creen que todo está mal. Al revés, acá se avanzó mucho en los últimos 40 años, pero muchas cosas quedaron pendientes y eso provocó que en octubre, al margen de ese grupo violento que quiere destruirlo todo, también aparecieran cientos de miles de personas que de manera pacífica nos dijeron esto no va más, no lo aguantamos más y hay que hacer cambios, hay que hacer reformas y eso está en proceso todavía. Las grandes reformas todavía están pendientes, viene la elección de las y los constituyentes, que es una elección decisiva para el Chile de los próximos 50 o 70 años y creo que debe ser una de las elecciones más importantes desde el retorno a la democracia, si no la más importante. Tenemos por delante también un desafío enorme en la elección presidencial. Hoy esa elección está abierta, puede ganar cualquiera. Hay candidatos de oposición, de la izquierda más dura, muy bien posicionados, y eso nos obliga como ChileVamos a redoblar los esfuerzos por intentar un segundo gobierno de nuestra coalición.
-Usted ha comentado que a medida que pasó el año, ChileVamos fue perdiendo cada vez más posibilidades. ¿Qué pasó?
-No hay que restarle méritos al adversario. Es un error cuando uno lo minimiza. Yo he escuchado comentarios de que lo de Pamela Jiles es pasajero, que llegada la elección la gente no va a votar por Daniel Jadue, y eso no es cierto. Lo que pasó es que nosotros como coalición hemos ido perdiendo la épica que teníamos cuando la fundamos. Y eso es responsabilidad de todos nosotros, de muchos, y me incluyo. Han aparecido figuras que van consolidándose frente a la ciudadanía como Daniel Jadue, que tiene sus méritos como alcalde. Ha hecho cosas que la gente valora y no lo podemos desconocer, como la farmacia popular, que va en la línea de lo que la gente nos pide, que es solucionar el problema de los medicamentos. Esas cosas van fortaleciendo liderazgos al otro lado que tienen reales opciones de ganar la elección presidencial.
-¿Sería distinto el escenario si usted se hubiera mantenido al mando de RN y no hubiera aceptado irse al Gobierno?
-Probablemente estaría marcando mucho más, porque marcaba más al entrar. Pero cuando uno entra al Gobierno pasa a formar parte de un equipo y tiene que, sobre todo el Defensa, ceñirse a las actividades que son propias de ese ministerio. Yo me cuidé mucho de no usar el ministerio para una campaña. Puede que yo estuviera marcando mucho más, pero creo que hice lo correcto en ese minuto. Cuando el país y el Presidente de Chile, que además es de mi coalición, te pide colaborar, uno no se puede restar. Tiene que concurrir, apoyar y ponerle el hombro. Ahora, de cara a las presidenciales, soy partidario de primarias abiertas y amplias, en las que puedan votar todos los chilenos y chilenas que quieran, donde transpiremos todos, donde nos tratemos bien, nos respetemos con mucho fair play y de salga fortalecido quien gane.
-¿A qué se refiere con fair play?
-Me refiero a que en el debate de los candidatos, donde espero estar, tenemos que destacar nuestros puntos de vista, nuestras propuestas, nuestras ideas, nuestras virtudes, pero sin atacar al otro candidato de la coalición, sin denostar, sin dañar. Tenemos que cuidarnos entre todos. Se tiene que notar una coalición unida. Ahora, hoy la prioridad es la elección del 11 de abril.
-¿Y en ese pacto de fair play cree que entra Republicanos de José Antonio Kast?
-Republicanos no quiere participar, lo han dicho públicamente. Yo soy de aquellos que hasta hace un año y tanto atrás insistió mucho en que ojalá Republicanos en esa época pudiera participar. Pero la cosa ha cambiado mucho. Kast tiene un proyecto que ha señalado que está fuera de ChileVamos. Por lo tanto, él no va a participar de una primaria nuestra ni va a ser alianza con nosotros, salvo en la constitucional. Él mismo ha dicho que no así que yo creo que la primaria debe ser dentro de los candidatos de ChileVamos
-¿Cuáles son sus diferencias con Lavín, Matthei y Sichel?
-Mire, yo no voy a estar haciendo ninguna comparación con ellos, uno tiene que ver lo que cada uno plantea y nosotros desde RN debemos plantear una propuesta hacia una centroderecha moderna, que cree en la economía de mercado con apellido, social, que entiende la solidaridad como un elemento propio de la economía social de mercado, que hace propuestas potentes en materia social. No podemos sustentar toda la expectativa de bienestar de la ciudadanía solo en el crecimiento y en crear empleo, como ha sido la receta histórica de un sector de mi coalición. Hay ejemplos en Europa de derechas modernas que plantean mucho más allá de eso y ese es el ejemplo a seguir. Eso no es nuevo para la derecha. Lo que planteaba históricamente un sector importante que se fue quedando en silencio. Tenemos que plantear una reforma profunda a la salud. En RN tenemos una propuesta que es un plan universal de salud, todos tendríamos un mismo plan de salud y quien quiera pagar por mejorarlo, puede hacerlo. Pero tenemos que ofrecerles a todos un plan que garantice una buena calidad. Tenemos una serie de propuestas que queremos destacar, más que estar viendo si lo que propone el aliado está bien o mal.
-¿Cómo se ve desde adentro el escaso apoyo al Ejecutivo?
-El Gobierno tiene que mantener firme el trabajo que está haciendo en el combate al covid, que ha sido exitoso. Somos el país más avanzado en lograr inocular a su población y eso la gente lo va a valorar. Cuando los balances se hagan el Gobierno va a salir bien.
-Pero algo deben estar haciendo mal para marcar tan poco.
-Siempre hay cosas que mejorar. Pero eso prefiero decírselo internamente al Gobierno.
"No podemos sustentar toda la expectativa de bienestar de la ciudadanía solo en el crecimiento y en crear empleo, como ha sido la receta histórica de un sector de mi coalición".