"Hemos encontrado nuevas formas de desafiarnos para seguir creciendo"
BALANCE. La bailarina y también directora de Academia Fantasía analiza el complejo 2020 para la danza.
La pandemia puso en jaque a la comunidad creativa de Los Ríos desde que en marzo del año pasado se detectara el primer caso positivo de covid-19 en la región. Una de las medidas impuestas para evitar posibles contagios fue cerrar los espacios orientados al arte y la cultura y suspender cualquier actividad de convocatoria masiva.
La danza fue precisamente una de las áreas que acusó el duro golpe. En la Academia Fantasía, que dirige Sara Vera, se debieron postergar indefinidamente las clases presenciales. La instrucción online no funcionó como se esperaba y hubo que apelar a un sistema de pago adelantado de mensualidades para cuando se puedan retomar las actividades.
Además de tener su propia escuela, Sara Vera es también la presidenta del Centro Cultural Bailarines de Los Ríos, que agrupa a diversos profesionales interesados en promover las artes escénicas con montajes, capacitaciones, producción y circulación de obras. La institución también quedó de brazos cruzados cuando el coronavirus los obligó a suspender cualquier plan que implicara presencialidad.
Pese al escenario adverso, el grupo reforzó la autogestión y la asociatividad y logró ganar un fondo del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio para asegurar la continuidad de una labor que sigue en riesgo.
"En la academia y el centro cultural hemos enfrentado una situación bastante crítica. Al principio, gracias a los apoderados de Fantasía pudimos tener ingresos para sobrevivir un par de meses, pero claramente la situación se mantuvo y sigue siendo muy alarmante. No sabemos cuándo vamos a volver a trabajar".
¿Qué le pareció el apoyo de las familias de los bailarines?
-Fue un gesto hermoso de amor que me permitió darme cuenta que no estaba sola y que iba a poder seguir adelante pese a la incertidumbre. El ánimo de todos ha sido muy cambiante a medida que nos hemos enfrentado a esta situación y eso implicó tomar decisiones prácticas. Por ejemplo, al principio pensé que podrían haber resultado las clases online, sin embargo los niños y las familias ya estaban saturadas de tanta pantalla así que optamos por no insistir con ello.
¿Cómo siguió en contacto con sus estudiantes?
- Hablamos con cada uno de ellos y el contexto de la pandemia sirvió para que todos entendieran que no iba a ser fácil.