Luchar contra la pandemia y lograr reactivación liderarán la lista de tareas para cumplir este nuevo año. Pero, junto a ellas está la redacción de una nueva Constitución, que establecerá bases de largo plazo para vida cívica del país.

Por decisión del Plebiscito de 2020, ese importante documento será escrito por una Convención Constitucional, cuyos miembros deberán escogerse en un proceso que comienza el 11 de enero próximo, cuando se definan los nombres de los postulantes. La votación será el 11 de abril y permitirá designar 155 personas, con paridad de género y representación de pueblos originarios.

Los Ríos aportará con 5 convencionales para ese total. Por eso, conocer y difundir la información sobre los candidatos, sus perfiles y propuestas, es también una labor para desarrollar con urgencia.

Los partidos políticos ya se encuentran trabajando para estructurar sus listas locales y nacionales, pues tienen los mecanismos para operar en la maquinaria electoral. Sin embargo, la irrupción de independientes se espera que sea importante y acorde con las peticiones de la comunidad organizada. Por lo mismo, desde el 5 de diciembre se rebajaron los requisitos (firmas de patrocinio, entre otros) para facilitar su participación y sumar sus miradas.

Otra tarea política importante será la elección de los gobernadores regionales. Las fechas para su calendario son las mismas que cumplirán los convencionales constituyentes y la votación estará compartida por alcaldes y concejales (son cuatro las papeletas para el 11 de abril), de modo que las posibilidades de confusión son altísimas. De ahí que sea relevante detallar públicamente la función de esta nueva autoridad, que encabezará el gobierno regional y será gravitante en el proceso de desconcentrar la administración del país, el cual también debiera quedar consignado entre los artículos de la nueva Carta Fundamental.

Constitución y Descentralización son, entonces, las ideas ancla para los diálogos compartidos en los próximos meses. Explicarlas y profundizarlas son desafíos tanto para autoridades como para los ciudadanos e instituciones de la sociedad civil. Más aún en un contexto de pandemia, que -todo indica- seguirá siendo el escenario para este recién estrenado 2021.

Comenzamos un nuevo año, y dejamos atrás uno de los más complejos de nuestra historia, el que nos entrega grandes aprendizajes y una serie de desafíos para asumir.

En el plano educacional, y según datos aportados por Ana Luz Durán, Representante Consejo de Decanos U. Privadas Acreditadas, en artículo publicado en Aequalis, la pandemia ha develado que solo el 44% de hogares en Chile cuenta con conexión a internet, lo que se ha convertido en un nudo especialmente crítico para la educación en nuestro país.

Asimismo, Julio Labraña y Leopoldo Ramírez, en la misma revista Aequalis, en un artículo publicado en junio de 2020, ya daban cuenta de los desafíos que se estaban enfrentando en educación superior, a raíz de esta transformación que vivimos hacía la virtualización de los procesos de enseñanza y en los que tanto docentes como estudiantes serán claves en el logro de los objetivos de aprendizaje, y en el nivel de adaptación que se consiga a este cambio, que implicó realizar clases por medio de plataformas como Microsoft Teams, u otras.

Desde dicha perspectiva, y cuando ha finalizado el 2020, lo primero que debemos hacer es agradecer a los docentes por su compromiso, responsabilidad, y capacidad para adaptarse al cambio, y a su disposición a la flexibilidad permanente para asegurar la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje a distancia, diseñar e implementar rutas de aprendizaje y enfrentar lo que significa la evaluación a distancia.Recordemos, que los cambios de fase, medidas tomadas por la autoridad de salud, nos han obligado a reprogramar actividades prácticas esenciales de manera constante.

El otro agradecimiento, es a los estudiantes, que desde sus capacidades para adaptarse a los cambios, herramientas y contexto, han estado enfrentando una situación excepcional, donde la voluntad, el compromiso y la autonomía han sido requisitos básicos . Comienza el 2021, el que no será sencillo y en el que tendremos que recoger las experiencias, tomar las buenas prácticas en materia de educación, social, y replantearnos el propósito de la educación, como señala en su informe de agosto la Cepal-Unesco. Sin embargo, tenemos la certeza que los aprendizajes del año 2020, nos permitirán continuar formando a los técnicos y profesionales que nuestra región y el país requieren.

Laura Bertolotto

Rectora Santo Tomás Valdivia