El desafío de los cuartos medios
Quienes cursaron su último año escolar en 2020 se enfrentan desde mañana al proceso de selección para la universidad. A nivel nacional bajó la cantidad de inscritos para rendir la nueva PTU. Pero en Los Ríos aumentó de 5.800 estudiantes en 2020, a 5.725 en el proceso 2021.
El año pasado fue complejo para los estudiantes de todos los niveles, pero especialmente para quienes cursaron Cuarto Medio, pues enfrentaron las inquietudes del egreso en pandemia y hasta debieron tener las tradicionales ceremonias de graduación de manera virtual. Es decir, los "ritos de pasaje" totalmente diferentes a las anteriores generaciones escolares.
A esa presión se suma ahora la rendición desde mañana de la prueba de ingreso a las universidades con las restricciones del covid-19 y en una modalidad distinta. Habrá dos grupos (4-5; 7-8 de enero), salas con metros de separación, mascarillas y alcohol gel.
Además, debuta con ellos la Prueba de Transición Universitaria (PTU) que tiene varios cambios en relación a la antigua PSU. Considera contenidos desde séptimo básico y los específicos pasados durante los meses de clases a distancia.
Además ofrece cambios para facilitar acceso a la enseñanza universitaria: la ponderación del puntaje baja a 30%; el mínimo de postulación es 450 puntos o que las notas de Enseñanza Media ubiquen al estudiante dentro del 10% de mejor rendimiento de su
establecimiento educacional de egreso. Esto -según los esperado- permitirá que ingresen muchos más jóvenes que no podrían hacerlo en condiciones anteriores.
La cantidad de inscritos para rendir la prueba ahora es la más baja en los últimos trece años a nivel nacional. En total suman 262.377, 12% menos que el examen de 2020. La mayoría de ellos son mujeres (55% del total) y de recintos científico-humanista (73%). En Los Ríos, sin embargo, sí aumentó la cantidad de participantes. En 2020 hubo 5.800 estudiantes y para 2021 fueron registrados 5.725.
También un dato importante es que aumentó la cantidad nacional de postulantes que presentan algún grado de discapacidad (auditiva, física, intelectual, psíquica y visual). Son 2.300 y antes fueron 1.500.
Sin dudas se trata de jornadas complejas, que deben contar con un máximo de colaboración y resguardos de seguridad. En primer lugar para evitar contagios; pero también para prever problemas como los que hubo el año pasado, cuando se produjeron protestas que obligaron a suspender algunas partes del proceso.