Planificación para el turismo
Diez años se cumplen de la primera Estrategia Regional sectorial aprobada en Los Ríos. Es bueno volver a mirarla. En 2011 se definió a la Selva Valdiviana como distintivo articulador, reconociendo en él un sello único similar al de San Pedro de Atacama y Torres del Paine.
Verano y turismo son sinónimos en Los Ríos; aunque en 2020 y 2021, quizás menos. Estallido social y pandemia se conjugaron para debilitar esa relación, pero sigue siendo importante, tal como demuestra el número de personas que han pedido sus permisos de vacaciones para llegar a alguno de los cuatro destinos definidos localmente. Siete Lagos (Panguipulli) lidera la lista de preferencias; siguen Valdivia-Corral; Cuenca del Ranco y finalmente Cuatro Ríos (Lanco, Los Lagos, Mariquina, Máfil).
Para potenciar esa oferta, este año el sector logró $1.250 millones para el Plan Regional de Desarrollo Turístico, que lleva adelante Sernatur, y que tiene foco en proyectar y modernizar esta área productiva , que representa más del 20% de los empleos totales en la zona.
Los fondos fueron aprobados por el Core en febrero; mientras que la definición de otras labores ajustadas a la contingencia, en mayo. Además entregaron $441 millones adicionales del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para desarrollar tres etapas en corto plazo y ayudar a los actores del rubro, que han sido muy golpeados por la crisis. El primer paso fue comunicación con gremios y prestadores para catastrar necesidades; el segundo, vincularlos a beneficios estatales y, el tercero, reactivación con ayuda al capital humano, diversificación de mercados y más acceso digital.
Los aportes siempre se hacen insuficientes cuando las necesidades son tan grandes como las actuales, pero lentamente se ha logrado una reapertura gradual. Hoy, once de las 12 comunas -La Unión está en cuarentena total- pueden recibir visitantes, con el debido resguardo sanitario.
Pero al margen de reaccionar ante ese complejo presente, también es necesario mirar hacia el futuro, revisando lo avanzado. En 2011 se definió la Política Regional de Turismo y a la Selva Valdiviana como foco de las planificaciones, pero a diez años de ese acuerdo, aún no se aprecia una verdadera cohesión en torno a él, pese a que se trata de un sello distintivo tan valioso y único como los son de las Torres del Paine y San Pedro de Atacama. Quizás ahora -en este tiempo difícil- se pueda pensar en ese camino, para retomarlo con más fuerza, cuando la emergencia amaine.