Prevención de adicciones
La represión de venta y retiro de oferta de drogas es importante; sin embargo, todavía falta reducir demanda por esas sustancias. Enfoques recientes para rehabilitar hablan de identificar el dolor que lleva hacia el placer pasajero y peligroso que dan sustancias y conductas que generan adicción.
Hace 20 años, Diario Austral titulaba con alarma que había sido descubierta una banda familiar que regalaba pasta base a menores de edad en dos poblaciones de Valdivia. Su objetivo -de acuerdo a la investigación del tribunal realizaba entonces- era generar adicciones entre jóvenes para luego venderles el producto y multiplicar el consumo. Las drogas decomisadas no constituían la noticia; pero sí esta forma de operar con un plan a largo plazo, que ya se registraba en todo Chile, pero que en la zona era aún poco frecuente.
Dos décadas después, lamentablemente, el consumo sigue en aumento y no sólo de marihuana y cocaína base, sino en cocaína pura, sustancias de "diseño" como el éxtasis, medicamentos sin receta (jarabes y comprimidos); sobre todo en plena pandemia.
Chile lidera los índices latinoamericanos en esta materia y su enfoque frente a ella ha sido siempre la penalización de la venta y la restricción de la oferta; pero no siempre la prevención y tratamiento. Según datos publicados en la Revista Médica de Chile (Rodríguez et al. 2009; 137: 774-784) La primera Ley de Estupefacientes data de 1936, época en que se usaban principalmente hojas de coca, láudano, morfina; pero el primer centro de acogida especializado fue abierto en la década de 1960. La actual Ley 20.000 data de 2005 y existe un promedio aproximado de 10 recintos de ayuda a la rehabilitación por región.
En 2019 fue creado el programa "Elige Vivir sin Drogas", basado en un plan de Islandia, centrado en la familia y la escuela. Fundación Esperanza ha hecho hincapié en lo mismo, solicitando que las temáticas de prevención sean obligatorias en colegios.
Todo eso es positivo, pues trabajar en la reducción de la demanda de drogas es la verdadera clave frente a este problema. Sin embargo, no se logra sólo al decir "no lo hagas" ; sino comprender porqué alguien lo hace. Los enfoques recientes hablan de identificar el dolor que lleva hacia buscar el placer pasajero -y peligroso- de esas sustancias.
Los traficantes de 2001 mencionados en esa noticia de hace dos décadas sabían a quién dirigirse para sembrar la necesidad. Hoy, lamentablemente, existen las mismas puertas. La meta es ayudar a cerrarlas.