Nueva ley de Migraciones
Recientemente el Tribunal Constitucional acogió mayoritariamente los argumentos del Gobierno acerca de la nueva Ley de Migraciones, dando la razón a la idea que hemos impulsado de tener una política migratoria segura, ordenada y regular.
Después de tantos años, Chile por fin pueda tener una ley migratoria que se ajuste a la realidad, a los nuevos tiempos, principalmente respecto a los flujos migratorios de una región como Latinoamérica y, particularmente, los que está teniendo Chile.
Como expresaba al inicio, esta iniciativa permitirá poner orden y mirar el futuro desde el punto de vista de la integración y la convivencia, elementos sociales tan necesarios en Chile. Este aspecto es relevante, porque como país es preciso contar con una estructura legal, institucional y una política de Estado que acoja a las personas que vengan a Chile a trabajar, pero que lo hagan por la vía institucional.
Alonso Pérez de Arce Gobernador del Ranco
Prioridad al pilar solidario
El pilar solidario nunca ha tenido la prioridad que se merece, y desde sus inicios en el año 1975 -antiguas pensiones asistenciales-, ha tenido baja cobertura de beneficiarios y de montos entregados.
Recién en 2007, con la reforma previsional de la Presidenta Bachelet, se mejoró la cobertura al 60% más vulnerable con una pensión inicial de $65.000, que mejoró a $75.000 en el año siguiente. Desde ahí el pilar solidario sólo se actualizó por IPC, y recién se incrementó en el año 2016 luego de las marchas de No+AFP, para dormir nuevamente hasta el estallido social del año 2019, en donde se mejoraron en un 50%.
Las pensiones solidarias siguen siendo bajas, y seguirán siendo bajas, pues carecen de una visión a largo plazo, en donde tengan prioridad como política pública, con mejoras en coberturas y en montos luego de un estudio técnico programado.
Esperemos que el pilar solidario sea prioridad en la próxima elección presidencial.
Eduardo Jerez Sanhueza eduardo@masprevision.cl
Una lucha paso a paso
Actualmente debemos fortalecer nuestro autocuidado. Pero hay señales contradictorias. Por un lado se pide distanciamiento físico entre las personas, pero se permiten los deportes de contacto. Esto último, sabiendo que existen casos donde los deportistas han dado positivo al Covid-19.
Si lo anterior, sucede en lugares donde las personas están en una especie de burbuja, pues cuidan de los intereses del club donde se desempeñan, ¿qué queda para las prácticas deportivas no profesionales? Puede que hoy estemos frente a esos hechos puntuales, pero hay que extremar medidas.
Las exigencias o mejoras de procesos no serán efectivas si las mascarillas no se usan efectivamente, por ejemplo; aun vemos personas con ellas bajo la nariz o a la altura del mentón, mientras están en espacios cerrados o en reuniones. Por otro lado, utilizar mascarillas con sujeción en las orejas no es lo más efectivo, deberían ser con sujeción a la cabeza, puesto que las primeras no ajustan bien al rostro.
Marcelo Romero José Antonio Llanos Prevención de Riesgos UAB
Un viaje necesario
En estos tiempos de pandemia, muchos extrañan la libertad de un viaje que nos sacaba de nuestra rutina habitual, e incluso, ese traslado a la oficina o al lugar de trabajo que marcaba un corte entre los espacios de tiempo transcurridos en el hogar junto a la familia y el tiempo dedicado a nuestro mundo laboral.
Es que ese espacio de tiempo que separa una actividad de la otra es fundamental, y es muchas veces, el único y el mejor momento, para pensar, reflexionar, tomar decisiones importantes y encauzar rumbos o lucubrar ideas y proyectos.
Ese viaje necesario marca un espacio vital en la vida de las personas, y hoy día, simplemente se ha esfumado. Aparece indispensable entonces retomarlo. Las plataformas digitales han detectado esta necesidad y están creando funciones para ocuparnos en un tiempo de transición "simulado", entre casa y trabajo.
Es así como algunas de ellas, están pensando en cómo generar una especie de viaje virtual para marcar espacios diferentes entre el trabajo y la vida doméstica. Pero ese momento de corte e interrupción entre ambas realidades, debería estar ganado, no por otro espacio virtual más, sino más bien, ser un espacio-tiempo presencial propio de cada uno, que permita a cada persona diferenciar sin cuestionamientos el trabajo y el hogar.
Sin duda, ello contribuirá a mejorar su bienestar y calidad de vida, de modo que sea una real desconexión que nos impulse a generar este necesario cambio cultural y una interacción positiva con los demás.
Ese viaje tan necesario, puede ser decisivo a la hora de repensar la sociedad que queremos construir entre todos.
Margarita Ducci Directora Ejecutiva Pacto Global Chile, ONU